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Quieren reconvertir el monasterio de Sa Capelleta en un centro espiritual

El oratorio permanece cerrado desde hace tiempo debido a la falta de vocaciones

El acceso al recinto de Santa Maria de l’Olivar del Fenaç permanece cerrado al público.

La falta de vocaciones religiosas y de personal que pueda asumir la gestión hace que el monasterio de Santa María del Olivar, conocido como Sa Capelleta, esté clausurado desde hace meses. Y las perspectivas a corto y medio plazo no hacen presagiar que la situación pueda variar mucho.

El destino incierto del complejo situado en la carretera del Puig Major empezó a trazarse el año 2012 cuando se despidieron las monjas que gestionaban el monasterio tras 32 años de presencia ininterrumpida. A partir de ese año desde los intentos para recuperar la vida eclesiástica en Sa Capelleta no han dado los resultados esperados.

El rector de Sóller, Eugeni Rodríguez, reconoció que hoy por hoy el convento permanecerá cerrado ante la imposibilidad de que alguien asuma su gestión. «Lo queremos hacer, pero es complicado», afirmó el rector que, de cara al futuro, entiende que el recinto debe convertirse en un «centro de espiritualidad». Entre las previsiones de futuro que maneja Rodríguez están las de rehabilitar las dependencias como una hospedería para acoger a las personas que quieren realizar ejercicios espirituales o rehuir del día a día. Pero el rector reconoce que ahora mismo la Parroquia no tiene capacidad para asumir la transformación porque no dispone de recursos económicos para hacerle frente. «La pandemia nos lo ha trastocado todo», aseguró el rector, quien determina que Sa Capelleta «es un lugar maravilloso, muy bien conservado y que debería convertirse en un centro de espiritualidad aquí en el valle». «Ojalá encontráramos unas personas que lo pudieran gestionar», concluye Eugeni Rodríguez, que reconoce que hoy por hoy las puertas del convento sólo se abren de forma esporádica para la realización de alguna actividad concreta.

El santuario de Santa María del Olivar del Fenaç es un proyecto que vio la luz a principios del siglo pasado que debía convertirse en un santuario. La falta de recursos económicos de la época impidió concluir el proyecto previsto. En su recinto se encuentra además una capilla de estilo modernista que está situada en el exterior de las paredes del convento.

Puertas adentro se encuentra una pequeña iglesia y las dependencias de un convento de monjas que actualmente se encuentran en desuso debido a la falta de vocaciones religiosas.

Años atrás se incorporó un donat para gestionar el convento pero no dio los frutos esperados. También se instaló otra comunidad de monjas de clausura pero al poco tiempo decidieron abandonar el recinto.

Sa Capelleta es un lugar de peregrinación para los senderistas al ser una de las rutas más accesibles que hay en el valle dada su proximidad con el casco urbano.

Un monasterio que destila paz en el interior de sus muros

El Santuario de Santa Maria de l’Olivar fue construido entre 1943 y 1944 gracias a donaciones de sollerics acaudalados. En el exterior de sus muros hay un pequeño templo con una arquitectura de inspiración gaudiniana. Sa Capelleta es un lugar que destila paz para los devotos de la Iglesia Católica.

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