La coincidencia de la celebración del Día Internacional de los Bosques con el de la Poesía y el reciente inicio de la primavera, aunque el tiempo de ayer fuera invernal, fue aprovechada por la Plataforma Antiautopistas para protestar por la construcción de esta vía que unirá Llucmajor con Campos arrasando 52 hectáreas de terreno en tan solo 8 kilómetros.

Medio centenar de representantes de entidades y poetas se dieron cita ayer por la mañana en la rotonda construida recientemente y que ha consumido cuatro hectáreas de terreno con la intención de sembrar simbólicamente encinas que compensen los árboles eliminados por las obras.

Tal como explicó la portavoz de la Plataforma Antiautopistas, Margalida Rosselló, cada representante de las entidades participantes recibió una encina, que posteriormente se sembrará en un lugar que determinen. 

Rechazaron plantarlas en la rotonda o a lo largo del terreno ocupado por las obras de la autopista con el fin de asegurar su mantenimiento y desarrollo futuro, aunque sí se sembraron en este lugar varios pinos.

Miquel Àngel Llauger, Miquel Cardell, Pere Perelló, Miquel Alzamora, Maria Antònia Montserrat y Joan Perelló Ginard fueron algunos de los poetas que se sumaron al acto. También se adhirieron Miquel Bezares, Joan Pomar Mir y Miquel Àngel Adrover.

Entre las entidades participaron representantes del Grup Balear d’Ornitologia (GOB), Amics de la Terra, Vianants en Lluita, la CUP, Ciutat per a qui l’Habita, Salvem Portocolom, Joves per la Llengua, Attac Mallorca, Confederació General del Treball (CGT), Masa Crítica y Moviment Feminista de Mallorca, entre otras.

Margalida Rosselló dio lectura al manifiesto en el que se pide «enérgicamente» al Consell de Mallorca y al Govern balear la elaboración urgente de un plan de reforestación de una superficie equivalente a la utilizada para la ejecución de las obras de la autopista, lo que equivale a «52 hectáreas de terreno, en las que cabrían 12,000 árboles capaces de absorber y fijar 27.000 toneladas de dióxido de carbono anuales».

Igualmente, piden que se cumplan las declaraciones de emergencia climática por parte del Consell de Mallorca y del Govern de les Illes Balears, «que se quedan en buenas palabras pero que no son efectivas».

Asimismo, desde la plataforma exigen «un cambio radical en las políticas de movilidad», dejando de construir carreteras y enlaces para «apostar claramente por el transporte público, por una planificación territorial que limite el crecimiento urbanístico y turístico y que el suelo rústico sea para sembrar árboles». 

Para alcanzar estos objetivos exigen que se destine más del 1% del coste de toda la obra pública en la preservación y mejora del patrimonio, en el que también se incluye el natural.

Las personas asistentes al acto levantaron unas banderolas con imágenes de árboles obra del escultor Ferran Aguiló, residente en Campos, quien también estaba presente. 

Debido a la covid-19 el número de asistentes se había limitado a un representante por entidad adherida y los presentes mantuvieron las distancias de seguridad de dos metros y llevaban mascarilla.