El solleric Joan Jesús Enseñat está pasando un auténtico calvario con el Ministerio de Hacienda, en tanto que este organismo lo ha sancionado por el simple hecho de que sus facturas eléctricas son muy bajas. La Agencia Tributaria no se cree que Enseñat viva en su domicilio y le ha obligado a retornar el dinero de la hipoteca que se venía desgravando en su declaración de la renta. Desde el año 2018 está inmerso en una disputa con Hacienda, que le reclama que le devuelva el dinero que se dedujo en la declaración en concepto de vivienda habitual porque el consumo energético que hace es muy bajo. Este ciudadano asegura que se siente «impotente» ante lo que considera que es una «injusticia» por el hecho de que sea una persona ahorradora que gasta poco en electricidad. Añade que «no hay ninguna ley que obligue a gastar un mínimo en electricidad» y que Hacienda lo «castiga por ser ahorrador» por el simple hecho de que realiza una «campaña recaudadora».
El caso de este ciudadano de Sóller se desencadenó en 2018 cuando recibió una carta de la Agencia Tributaria en la que le decía que por el poco consumo eléctrico que tenía deducían que no residía en su casa. En consecuencia le reclamó la devolución del dinero que se había desgravado en la declaración de la renta. Con el agravante de que le pedía los atrasos desde el año 2015.
Los esfuerzos realizados para demostrar que vive en su casa han sido, hasta ahora, en vano. Joan Jesús Enseñat presentó un recurso aportando todo tipo de documentos, como las facturas de electricidad, la del agua, recibos de seguros y todo debidamente domiciliado en la casa en la que según Hacienda no reside. Su alegación le fue denegada y la Agencia Tributaria le reclama más de 2.000 euros, con recargos incluidos.
Lo que más sorprende del caso es que Enseñat ha investigado y no ha encontrado ninguna norma que determine qué consumo mínimo debe tener una vivienda para que se considere habitada. El hecho de que tenga placas solares para producir agua caliente, la cocina de gas o una estufa de pellet para calentar la casa parece que tampoco le ha ayudado en esa lucha que mantiene con Hacienda, a la que prevé llevar a los tribunales para defender sus derechos y evitar que acabe por sancionarlo por algo que cree que es una «injusticia». En su opinión, Hacienda lo castiga «por ser una persona ahorradora», aunque ve con esperanza la resolución de este conflicto porque recientemente descubrió que en Madrid otro ciudadano se vio involucrado en un caso idéntico. Al final la justicia acabó por darle la razón.
