«Estas acciones son muy importantes, es una manera significativa de mostrar la realidad que nos podemos encontrar en la naturaleza, nuestra huella en el mundo natural», destacó Maria del Mar Casas, la bióloga que a través del Proyecto Libera, de las organizaciones ecologistas Birdlife y Ecoembes, recogió en la jornada de ayer diversos residuos en el embalse de Cúber.
Esta iniciativa ya hace años que está en marcha, centrándose en la retirada de la ‘Basuraleza’ -el acrónimo entre ‘basura’ y ‘naturaleza’-, y está presente en 338 entornos fluviales de todo el territorio estatal, tanto embalses como ríos, lagos o lagunas. Este año se realiza entre el 13 y el 21 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de los Ríos -14 de marzo-, y es la primera vez que se lleva a cabo no solo en Mallorca, sino también en Balears.
«El gran requisito para escoger el lugar, a parte de ser un área fluvial, era que tuviese algún tipo de reconocimiento o protección, como puede ser una zona LIC [Lugar de Interés Comunitario]», puntualizó Casas. El embalse de Cúber, como prácticamente toda la Serra de Tramuntana, tal y como lo explicó la educadora ambiental, se considera una zona IBAS (Área Importante para la Conservación de las Aves en inglés), «por lo que se consideró que sería un buen lugar para realizar el proyecto».
Los residuos del embalse
A su vez, para una mejor clasificación de la ‘basuraleza’, se dividió el lugar en tres zonas principales: el área recreativa, donde se sitúan los conocidos como merenderos, una zona que estuviese cerca del embalse y, por último, el bosque. En el área recreativa fue donde se recogieron una mayor parte de residuos, según Casas. Principalmente, aquí se encontraron colillas, numerosos envases y trozos de plástico duros, los cuales son muy perjudiciales para la biodiversidad. «Estos plásticos fuertes llegan a formar parte de la naturaleza y son muy peligrosos para animales como las aves, que piensan que es comida y la ingieren», afirmó la bióloga. En la parte más cercana al embalse, sorprendió que se encontrasen residuos como pilas, que»“son muy tóxicas, contaminantes e inflamables».
Aun así, a nivel general la percepción del embalse de Cúber es que es un entorno «relativamente limpio, tenía la previsión de que estaría en peor estado». «En el entorno social hay de todo, los que son asiduos a la naturaleza y la cuidan, y los que se despreocupan de ella, es un hecho que depende de la educación que ha recibido cada uno en su casa», recordó Casas. Como nota curiosa, aunque en otros lugares del país donde el Proyecto Libera ha actuado sí se han encontrado, en el embalse no hubo rastro de las mascarillas. «Creía que habría residuos relacionados con el coronavirus, sobre todo las mascarillas, pero en ninguna de las tres zonas se encontró ninguna», afirmó.
Solo el año pasado, esta iniciativa logró recoger en 126 puntos de la geografía española un total de 25.000 residuos, equivalentes a tres toneladas de ‘basuraleza’.
