Una nueva patata caliente para el ayuntamiento de Sóller con consecuencias que pueden ser catastróficas para su economía. La propiedad de la Fàbrica Nova presentará en los próximos días ante el Jurado Provincial de Expropiación Forzosa la demanda contra el Consistorio con la que le reclamará el pago de 4,5 millones de euros para que ejecute la expropiación forzosa del edificio industrial situado en el camino de Cas Jurat. Así, los propietarios inician el mismo proceso que siguieron los dueños del campo de deportes Infante Lois que recientemente se resolvió con una sentencia que ha obligado al municipio a pagar casi nueve millones de euros por los terrenos.

La Fàbrica Nova, como el Infante Lois, está catalogada como equipamiento en el planeamiento urbanístico, un hecho que condiciona los usos que se le pueden dar. Por si fuera poco, desde 2018 el edificio está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), un hecho que aún limita más cualquier uso o reconversión que se pueda dar a un edificio que se encuentra en el umbral de la ruina.

Según han explicado fuentes de la propiedad, en el transcurso de la próxima semana su representación legal presentará ante el Jurado Provincial la demanda de expropiación forzosa contra el ayuntamiento de Sóller, administración a la que le reclamará 4,5 millones de euros según la valoración que han hecho sus técnicos del edificio. En casos similares, como por ejemplo el del Infante Lois, el Jurado Provincial siempre ha terminado por dar la razón a los promotores de la expropiación. Sus resoluciones, además, ha sido ratificadas por sentencias judiciales posteriores.

La Fàbrica Nova constituye el último edificio del pasado industrial de Sóller. Cerró sus puertas en 1971 con la aplicación de un proceso de reconversión industrial que se llevó por delante todas las fábricas de tejidos que funcionaban en el valle. La última cerró en 1989. La fábrica conserva la práctica totalidad de su maquinaria.