En bloque. La oposición de Son Servera ha registrado en el Ayuntamiento una petición para celebrar un pleno extraordiario con un orden del día centrado en debatir la gestión del edil socialista Ramon Reus al frente de los departamentos de Deportes, Participación Ciudadana y Comercio, además también se propone votar su dimisión como regidor. 

La oposición formada por PP, ON Son Servera-El Pi y Unidas Podemos argumenta que la petición de la dimisión de Ramon Reus se sustenta en tres motivos diferentes. Uno de ellos es el informe policial que determina la presencia del edil socialista en un restaurante el pasado 31 de diciembre que no cumplía el límite de aforo, además el edil estaba «cantando», eran más de seis personas, no llevaba mascarilla ni se respetaban las distancias de seguridad.

Otro de los motivos que llevan a la bancada de la oposición a exigir la destitución del edil de Deportes son las reiteradas deficiencias que registra la empresa que gestiona el polideportivo, una mala gestión que se remonta a la pasada legislatura y que, según aseguran los miembros de la oposición solo hay un expediente abierto.

El tercer argumento de la oposición es que Reus negó en sesión plenaria que la concesionaria hubiera montado un bar en la pista de padel, cuando los propios regidores denunciantes acudieron al lugar de los hechos y comprobaron la existencia de este servicio de bar.

Ramon Reus

Ramon Reus

Por su parte, la alcaldesa de Son Servera, la socialista Natalia Troya (gobierna junto a Independents) no ha dudado en asegurar que respeta las peticiones de la oposición. «Respetamos sus derechos, por ello, convocaré el pleno para la próxima semana», afirma Troya.

Por su parte, en el documento registrado en el Consistorio se deja constancia que la solicitud de un pleno extraordinario se solicita como regidores y regidoras a nivel individual, no como grupos políticos, por ello, emplazan a la alcaldesa a permitir que cada uno de ellos pueda intervenir y hacer la exposición de los hechos que consideren oportuna.

Por su parte, el regidor afectado ha confesado que la petición de destitución por parte de los miembros de la oposición es una medida «desproporcionada» porque, según asegura, no se trata de ninguna fiesta. Explica que cuando sucedió, los bares podían estar abiertos, estaban en la terraza, con mesas de seis personas y «si no llevaba mascarilla es porque de momento no se puede comer ni beber con mascarilla». Preguntado por el exceso de aforo, el regidor que está en el punto de mira de la oposición deja claro que «en aquellos momentos desconocía que hubiera un exceso de aforo». Pese a las peticiones de la oposición, Ramon Reus, determina que cuenta con la confianza de la alcaldesa.