La eliminación por parte del ayuntamiento de Alaró de todos los árboles del Camí de ses Barreres, concretamente treinta ejemplares de la especie Melia Azedarach, provocó ayer una agria polémica en el municipio. La oposición denunció que la tala no ha sido avalada por ningún informe técnico cualificado, mientras que el alcalde Llorenç Perelló (PP) sostiene que los árboles suponían un peligro para los vecinos y que ya se habían producido varios casos de caídas.

En este sentido, Més per Alaró lamentó que los árboles han sido podados en los últimos años «de forma descontrolada», provocando que las plantas enfermasen. La formación añade que en octubre de 2020 la conselleria de Agricultura visitó los árboles a petición municipal y concluyó que presentaban un «buen estado de copa» y no había rastro de plagas. Al parecer, el Govern propuso realizar un análisis de estabilidad con una evaluación de riesgos por parte de un técnico especialista, por lo que recomendó contactar con la Associació Balear de l’Arbre, entidad que a su vez ofreció la colaboración de un jardinero que finalmente elaboró un informe previo que, según Més, «no puede justificar una tala porque no está firmado por ningún técnico cualificado». 

Sin embargo, según la versión de Més, el Consistorio no solicitó un informe definitivo y decidió talar todos los árboles, a pesar de que el dictamen previo recomendaba únicamente la eliminación de veinte ejemplares, mientras que instaba a dejar en observación los otros diez árboles.

Por este motivo, Més exigió ayer al Ayuntamiento una «explicación» sobre los motivos de la tala integral «sin ningún informe técnico».

Por su parte, el PSOE también denunció la «falta de previsión» municipal que ha provocado «un daño medioambiental de difícil reparación» que ha cambiado de aspecto «un espacio emblemático» para los vecinos. Los socialistas recuerdan que en la anterior legislatura «se aplicaron las medidas que garantizaban que los árboles, tan queridos en el pueblo, pudieran sobrevivir». Por ello, los socialistas también exigen «responsabilidades» al alcalde y le instan a explicar «qué criterios o informes científicos avalan» la actuación, ya que «los expertos afirman que los árboles podían salvarse con un buen tratamiento».

El alcalde Perelló, por su parte, explica que en los últimos años «se ha caído un árbol entero y una rama de grandes dimensiones» y que en uno de los casos el Ayuntamiento «ha tenido que pagar los gastos de reparación de un vehículo». También sostiene que las plantas «tenían las raíces podridas y en mal estado», además de «grandes fisuras, hongos y los troncos vacíos».

Perelló añadió que el informe sobre el que se ha basado el Ayuntamiento concluía que «hay riesgo» para las personas, los vehículos y los bienes materiales ya que «todos los árboles presentan pérdida de verticalidad y diversas patologías». «Lo más sensato sería una tala general y un cambio de especie por otra de porte más pequeño», prosigue el informe. El alcalde asegura que los vecinos de la calle «estaban informados» de la tala que finalmente se ha ejecutado.