Las últimas restricciones sanitarias, que sólo permiten a la hostelería preparar comida para llevar o servir a domicilio, siguen dejando consecuencias. Una de las más comentadas en el municipio de Binissalem ha sido el cierre definitivo del histórico bar Americano y del restaurante Robines, al frente de los cuales estaba Antonia Alomar y sus hijas Xisca y Antonia Borràs.

Después de toda una vida en los fogones, doña Antonia ahora se jubila. Sin embargo, las últimas restricciones han sido el detonante de una decisión nada fácil de tomar que ha causado mucho impacto tanto entre los clientes del local como en el resto de la población. Días después de tomar la decisión, desde la propiedad fue emitido el siguiente comunicado: «Queremos dar las gracias a todos los clientes que han confiado en nosotros y han compartido tantos y tantos momentos. Por eso informamos del cierre del Bar-Restaurante por jubilación. Mil gracias, habéis sido una gran familia».

46 años del bar Americano

A modo de repaso histórico, indicar que el bar Americano fue inaugurado un 12 de octubre de 1974 y desde el primer momento se convirtió en lugar de encuentro de varias generaciones de jóvenes durante décadas. De hecho, durante años, en el toldo de la entrada figuró el lema «bar de la juventud». Su fundador, Toni Borràs, ya ha explicado, en la celebración de alguno de los aniversarios del negocio, que el nombre del bar proviene de su apodo familiar, «s’Americano», y aunque él siempre se había dedicado al sector de la construcción, en su momento decidió adquirir el local, justo al lado del cual ya existía el antiguo casino, negocio que al cabo de unos diez años, aproximadamente, también llegaría a adquirir y cuyas dependencias, hacia el 1999, darían cabida al actual restaurante Robines, tan conocido y reconocido por sus excelentes recetas de comida típica mallorquina, detrás de las cuales siempre estaba la mano y el buen hacer de la jefa, doña Antonia.

El establecimiento ubicado en la plaza, con las barreras cerradas.

Por otra parte, cabe recordar que, en sus inicios, el bar Americano contaba con dos entradas, una de las cuales fue suprimida y dio lugar a la actual oficina de la Administración de Loterías, inaugurada un 23 de junio de 1986.

Toni Borràs.

Toni Borràs.

En definitiva, la actual situación de pandemia y las medidas de seguridad sanitaria que se han debido de tomar, a parte de suponer serias dificultades para muchos comercios como este, también han podido certificar que bares y restaurantes no son simplemente negocios donde se despacha y se atiende a unos clientes, sino espacios sociales donde dejamos una parte importante del tiempo que ocupa nuestras vidas. A partir de ahora, se hará extraño pasar por la plaza de Binissalem y ver estos locales cerrados.