El Consell de Mallorca ordenó ayer paralizar las obras de construcción de los falsos marges en la carretera de Sóller que en los últimos días han suscitado el rechazo general del colectivo de margers, entidades proteccionistas, partidos políticos y del ayuntamiento de Sóller. Durante la jornada de ayer no se colocaron nuevos módulos en el tramo afectado por la polémica actuación en un tramo de 150 metros situado entre el túnel y Sóller.

El alcalde de Sóller, Carlos Simarro, explicó que ayer tuvo conocimiento de la orden dictada por el Consell a través de la propia institución insular. El alcalde se mostró satisfecho por la decisión adoptada por el departamento de Carreteras aunque lanzó un aviso a navegantes. El ayuntamiento de Sóller rechaza que los pretiles prefabricados se sustituyan por guardarraíles y el alcalde exigió que el departamento que dirige Iván Sevillano «construya muros de verdad con profesionales del sector». Simarro señaló que «nos oponemos tajantemente a que estos muros ahora se cambien por elementos metálicos o de madera, ya que consideramos que al ser la carretera de entrada al corazón de la Serra de Tramuntana merece tener unos muros levantados con métodos tradicionales».

El alcalde volvió a criticar la «doble vara de medir» del Consell de Mallorca, que, a su juicio, «exige a los ciudadanos lo que después la institución incumple de forma flagrante».

La polémica de los falsos marges estalló la semana pasada tras la denuncia a los medios que realizó el concejal de patrimonio de Sóller, Jaume Bestard, que criticó con dureza la instalación de unos módulos prefabricados con piedra y hormigón en un tramo de la carretera de Sóller que emulan los pretiles tradicionales de las carreteras de la isla.

Tras esta denuncia, le siguieron las críticas de diferentes ámbitos como el Gremi de Margers, partidos políticos, el ayuntamiento de Sóller o entidades proteccionistas como ARCA, GOB o Tramuntana XX. También Terraferida se ha sumado a la ola de críticas contra este modelo de construcción.

O prefabricado o valla

La polémica que salpicó de lleno al conseller Iván Sevillano tuvo su momento cumbre cuando, en una visita que realizó a las polémicas obras, puso al ayuntamiento en la tesitura de elegir el muro prefabricado o vallas tradicionales metálicas o de madera.

Pero el ayuntamiento de Sóller se muestra ahora totalmente contrario a que se coloquen vallas en el trazado afectado por las obras y el alcalde exige que la institución insular «dé ejemplo» y edifique pretiles tradicionales de piedra «construidos por profesionales del sector».

El alcalde igualmente rechazó que Sevillano «nos pusiera en la tesitura de elegir entre lo malo o lo peor».