Indignación. Incongruencia. Un atentado contra la historia y el paisaje. Son solo algunos de los reproches al Consell de Mallorca por los falsos marges que está construyendo en la carretera de Sóller. La de ayer fue una jornada marcada por el aluvión de críticas a la institución que preside Catalina Cladera. Así, el Gremi de Margers de Mallorca, la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) y el PP reclamaron la paralización de las obras de construcción del muro prefabricado de piedra que está construyendo el departamento de Carreteras que dirige Iván Sevillano. Además, reprocharon con dureza que el Consell haya optado por este tipo de construcción en plena Serra de Tramuntana, una zona declarada Paraje Natural y Patrimonio de la Humanidad. También coincidieron en exigir la retirada del muro y su sustitución por otros sistemas de seguridad integrados en el entorno.

El portavoz del Gremi de Margers, Lluc Mir, visitó ayer la zona y no dudó en instar al Consell a aplicarse «el mismo rigor que ellos exigen a los ciudadanos» a la hora de construir muros de piedra. Además de «indignar» al sector de los margers la obra supone «destruir un oficio como el nuestro». No dudó en poner de manifiesto la «incongruencia» que supone para el Consell : «por una parte, debe velar por la conservación del patrimonio, las carreteras y el paisaje y, por otro lado, hace actuaciones que lo único que hacen es dañar la vista». Para Mir, la construcción de un muro prefabricado en la carretera de Sóller «es incomprensible y demuestra que no sabe hacer nada». Acusó al conseller Iván Sevillano «de desconocer nuestro oficio» y de «no tener ni idea de pretiles ni de patrimonio». Para el Gremi de Margers «es mejor tener un guardarraíl cubierto de madera que no un pretil prefabricado de hormigón y piedra». Ante tal situación, el portavoz del gremio se brindó a colaborar con la institución «para que actuaciones como esta no vuelvan a repetirse».

Aluvión de críticas contra el Consell por los falsos ‘marges’ en la Serra

«Quien debe dar luz, da humo». Así se manifestó Pere Ollers, el presidente de ARCA, una entidad que no dudó en exigir que se detenga la colocación de guardarraíles prefabricados con imitación de pared de piedra porque «atentan contra la historia y el paisaje» de la zona, además de que «puede ser» que vaya en contra de la declaración de la Serra de Tramuntana como Patrimonio de la Humanidad. «El Consell pierde toda la credibilidad», sentenció Ollers. Y es que, desde el punto de vista de Arca, «resulta incongruente que un departamento del Consell de Mallorca promueva el Observatorio del Paisaje y que otro dañe el paisaje con un elemento de imitación vulgar». Por eso, la entidad pidió «alternativas serias» y decisiones consensuadas y respetuosas con la zona. «¿Qué opina Patrimonio de esta actuación?», se preguntó Ollers. Se desconoce. «El Consell debe seguir una dirección común en todos los departamentos sobre la Serra. Es una zona sensible y hay que ponerse las pilas. Es cuestión de coordinación en el seno del propio Consell y unificar todas las políticas que afectan a la Serra».

«Iván Sevillano desconoce nuestro oficio. No tiene ni idea de pretiles ni de patrimonio»

Llum Mir - Gremi de Margers

Por ello, la entidad no dudó en exigir a la presidenta del Consell, Catalina Cladera, que tome las riendas porque la «descoordinación» que hay con el tema de la Serra es «enorme». «Hay mucha desidia que en estos momentos no es tolerable», zanjó Pere Ollers. «¿Mallorca Reacciona? Debe reaccionar a este desastre», añadió.

Según ARCA, «argumentar» que se han elegido estos elementos «para ahorrar tiempo y dinero es un agravio contra los particulares que están obligados a reconstruir paredes siguiendo los cánones de la metodología, la estética y la autenticidad». Además de pedir que se pare la colocación de estos muros, también solicitó que se prohíban procedimientos similares en un futuro.

Doble vara de medir

El portavoz del PP en el Consell, Llorenç Galmés, denunció también la ejecución de la obra y recriminó «la manera de ejecutarla dando la espalda al colectivo de margers de Mallorca». Aseguró que «se está poniendo en peligro tanto el oficio de marger como la declaración de Patrimonio de la Humanidad». El portavoz de los populares agregó que «la presidenta Cladera se llena la boca defendiendo a los margers y por otro lado les da la espalda con este tipo de obras». Para los populares, que presentarán una moción en el próximo pleno para solicitar que actuaciones como la denunciada no vuelvan a repetirse, «lo mejor que podría hacer el Consell es parar la obra y construir muros como toca o colocando otros sistemas de protección más integrados».

El conseller Mauricio Rovira, que fue responsable de Carreteras en el mandato del PP, agregó que «no se puede entender la doble moral y la doble forma de actuar del Consell» e instó a «hacer las cosas bien y con especial cuidado en la Serra». Rovira reprochó a los partidos del pacto que «no es comprensible que exijan al ciudadano lo que ellos después no se apliquen cuando están en el Consell» y reclamó la retirada del muro prefabricado que calificó de «baranda de piedra y cemento».

"El Consell debe seguir una dirección común en todos los departamentos sobre la Serra"

Pere Ollers - Arca

El alcalde de Sóller, Carlos Simarro, aseguró que «la administración está para dar ejemplo» y denunció en la misma línea que recientemente la conselleria de Medio Ambiente del Govern «construyó una serie de estaciones de medición de caudal en los torrentes del valle sin informar y con un grave impacto visual», algo que, a su juicio, «no se entiende y el ciudadano no puede comprender».

Por su parte, Vox criticó que el Consell no haya consultado esa obra con el gremio de margers. «No estaría de más apostar por nuestras tradiciones y contribuir económicamente a fomentar su labor. Es curioso que la izquierda alegue cuestiones económicas y de tiempo para no apostar por la pedra en sec», explicó su portavoz en la institución, Pedro Bestard.

Crítica del GOB

Desde el GOB, las objeciones hacia los muros prefabricados en un tramo de la carretera de Sóller se refirieron al modelo económico. Y es que «si las administraciones quieren impulsar una relocalización de la economía y recuperar estos oficios, cuando les toca elegir, lamenta, el criterio sea lo económico y la rapidez». Tramuntana XXI tampoco entró en críticas. La entidad aseguró que lo analizará en la próxima junta pero le sonó «extraño» que se opte por prefabricados «cuando tenemos los mejores bancales del mundo».