La empresa Samyl, que presta un servicio de limpieza al ayuntamiento de Llucmajor, ha defendido que el trabajo que desempeña «ha resultado en todo momento ajustado a las necesidades que rigen la contratación», al tiempo que ha destacado que esas tareas han sido supervisadas por el Consistorio «sin incidencia alguna».

De esta manera, la compañía salía al paso de las críticas vertidas por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) el pasado mes de noviembre.

A este respecto, Samyl ha asegurado lo siguiente: «Los productos utilizados para el servicio de limpieza, así como los equipamientos y equipos de protección específicos para la prevención de la covid se han suministrado por Samyl a sus trabajadores en todo momento, en cantidad suficiente a la necesidad de cada servicio, sus envases homologados con formación precisa de prevención de riesgos laborales e información técnica para poder utilizarlos por los trabajadores de forma segura y acorde a las especificaciones técnicas de cada producto».

La empresa concesionaria asegura que de esta buena praxis puede «dar fe» el ayuntamiento de Llucmajor, «beneficiario de dicha prestación».

Considera que eso es «aval suficiente» para desmentir esas críticas vertidas desde la organización sindical.