Dos jóvenes de Pollença han tenido que asumir el coste de la limpieza de unas pintadas vandálicas que ellos mismos habían realizado en la fachada de la iglesia del Roser Vell, en la localidad 'pollencina'. Fue el pasado mes de noviembre cuando aparecieron los grafitis en uno de los laterales de la entrada principal del templo. Entonces, el policía tutor de Pollença, Carlos Ferrer, inició un proceso de investigación que ha culminado con la identificación de los autores del acto de incivismo, que resultaron ser dos jóvenes de la localidad.

Después de diversas reuniones con sus padres, ambas parte llegaron al acuerdo de que serían los propios autores quienes se harían cargo de los costes de la limpieza de las pintadas, cuya eliminación ha terminado este jueves. El Ayuntamiento ha informado de este caso hoy en sus redes sociales y la noticia ha acumulado muchas reacciones ciudadanas a favor de la medida.