El ayuntamiento de Sencelles ha impuesto una sanción de 10.400 euros a los organizadores de una fiesta ilegal que se llevó a cabo el uno de noviembre de 2019, cuando la Policía Local, alertada por los vecinos, levantó acta por la celebración de una fiesta en una parcela rústica.

Los agentes calcularon que había más de 700 personas y unos 150 vehículos aparcados que «producían molestias sonoras, desorden en las carreteras e incluso un accidente de tráfico», según informa el Ayuntamiento. También constataron la presencia de personal de seguridad contratado, lo que «evidenció que se trataba de una actividad económica sin autorización previa».

Los denunciantes alegaron que era una fiesta de Halloween privada. No obstante, nueve vecinos de la zona aseguraron que no era un hecho aislado y que en la finca se repetían las «fiestas multitudinarias» cuyas entradas incluso se vendían por internet.