La espinagada no podía faltar hoy en sa Pobla. Esta semana la Plaza Mayor y las calles del pueblo han estado prácticamente desiertas pero en las pescaderías, sí había gente que hacía cola para comprar sus anguilas, que iban a menos de 20 euros. Así, en plena calle los poblers y pobleres esperaban su turno para seguir con la tradición gastronómica de Sant Antoni y cocinar en casa las tradicionales espinagades. Las distintas pescaderías han explicado que se han superado las expectativas de venta. Mientras esperaban su turno, comentaban cuántas anguilas ponían dentro, unos decían tres y otros cuatro mientras que había pobleres que preferían ponerlas a trozos pequeños. Otras optaban por las anguilas fileteadas y en algunas casas optan por ponerlas prácticamente enteras. Los bares, pese a las restricciones, también las han elaborado y son muchos los que este año se han acercado a comprarlas. Y es que los poblers no iban a dejar a sus invitados sin su espinagada, según explicaban algunos. Son buenos anfitriones, por ello, enseguida que se pueda las llevaran a casa de sus invitados o les dirán para ir a recogerlas. Así vive sa Pobla estos días santantoniers y en este Sant Antoni en casa no podía faltar cocinar las tradicionales espinagades. De hecho ya empezaron a prepararse el domingo, día de mercado, y en la Plaza Mayor se podía ver cómo se compraba la verdura fresca de sa Marjal para rellenar las espinagades y también poder elaborar sus cocas. Hoy toca disfrutarlas. Así, pese a la covid, sa Pobla mantiene la tradición con la gastronomía y diferentes iniciativas que se podrán seguir a través de sus redes sociales.