Mientras los restauradores estallan en protesta ante las restricciones y el cierre decretado por el Govern, los Ayuntamientos reaccionan. Así, el pleno de Manacor aprobó por unanimidad una moción presentada por el PP en la que el Consistorio se compromete, cuando vuelvan a abrir, a facilitar el acceso a toldos o carpas a los bares y restaurantes que lo requieran para mantener la viabilidad económica de los establecimientos.

«La situación se ha complicado y la actividad de la restauración se cierra pero no retiramos la moción porque es un plan para cuando los bares y restaurantes puedan utilizar sus terrazas», argumentó la regidora popular Maria Antònia Sansó ante la petición del equipo de gobierno de retirar la moción y sentarse a debatir una batería de medidas para hacer frente a las nuevas restricciones. Al final, la moción salió adelante, pero también se ha activado un gabinete de crisis conformado por todos los partidos municipales. Pese a algunas críticas de ser «una moción populista», la iniciativa salió adelante por unanimidad.

El alcalde Miquel Oliver explicó que el Ayuntamiento cuenta con una veintena de carpas que pondrán a disposición de los restauradores que lo precisen. «Tras el cierre, buscaremos la manera. Así como durante el cierre perimetral de Manacor colocamos barreras para ampliar las terrazas de los bares y restaurantes, ahora colocaremos carpas. Lo importante es la supervivencia de la restauración», dejó claro el primer edil. Y es que Manacor es uno de los consistorios que va un paso por delante. «Manacor es un alumno avanzado», confesó Oliver. Además de derogar la tasa de ocupación de la vía pública de 2021, debido a su confinamiento inyectó ayudas directas por valor de 1,5 millones tanto a los restauradores como a comercios y empresas afectadas por el cierre perimetral que se prolongó casi un mes. Pero ahora da un paso más. Se ha activado un gabinete de crisis.

Este martes los portavoces de los partidos con representación municipal tuvieron la primera reunión de trabajo. Ahora se llevan tarea a casa y la próxima semana se volverán a sentar para poner sobre la mesa propuestas más concretas y si es necesario recurrir a «asesoramiento externo, se hará».

«Vale la pena hacer frente común», defendió Cati Riera del Pi que en la sesión plenaria preguntó al equipo de gobierno qué cantidad del remanente se destinaría a la reactivación económica del municipio. «Hasta ahora se han aplicado medidas de choque para las restricciones pero las consecuencias económicas y sociales se prolongarán y en 2022 aún las arrastraremos», por ello, es necesario redactar un plan estratégico que contemple ayudas económicas pero también acciones para fortalecer el tejido social y empresarial y que permitan conseguir que Manacor sea un pueblo más resiliente». Antònia Llodrà de AIPC celebró esta primera reunión ya que la situación en la que ha derivado la pandemia, obliga a trabajar juntos para sacarla adelante «de la mejor manera posible». El PP también dio un voto de confianza a esta iniciativa y valoró el primer encuentro de «positivo» y «productivo». Por su parte, la primera teniente de alcalde, Núria Hinojosa, no dudó en afirmar que estamos ante una «cuestión de estado», por ello, «es mejor tener el consenso de los 21 regidores, en vez de los once» que conforman el equipo de gobierno. «Lo más prudente, lo más inteligente y el mensaje más contundente que podemos trasladar a la ciudadanía es que nos pongamos de acuerdo».

Restricción, reacción

El ayuntamiento de Inca decidió ayer mantener las bonificaciones fiscales y las ayudas ya implantadas durante el estado de alarma y descontará la parte proporcional del recibo de basura a todos los negocios que deban bajar la persiana durante estas semanas, además aquellos establecimientos de restauración que al entrar en la fase 4 tuvieron que cerrar al no disponer de terraza, podrán solicitar el reintegro de la parte proporcional del recibo de basuras de 2020. Inca también mantiene derogada la tasa de ocupación de vía pública para 2021.