El ayuntamiento de Llucmajor impondrá una multa que puede alcanzar hasta los 3.000 euros a una persona a la que se identificó como la autora de un vertido ilegal de restos de obra.

Según explicó el Consistorio, esos restos se depositaron en un contenedor de la calle Estepa. Se trataba de tres sacos con gran cantidad de material, que incluía cableado eléctrico, placas de yeso y aislante.

«No podemos tener un pueblo sostenible si hay personas que incumplen las normas, pero con el trabajo de todos podremos conseguirlo», manifestó el alcalde Eric Jareño (PP). Desde la casa consistorial, se enfatizó que la Policía Local lleva tiempo impulsando un plan continuado de vigilancia de vertidos ilegales.

En el caso del último infractor, el ayuntamiento de Llucmajor avisa de que las sanciones por este tipo de acciones ilegales pueden ascender hasta los 3.000 euros.