El cierre de la venta del hotel Formentor por parte de Barceló a Emin Capital ha levando cierto resquemor. Se apunta a que el fondo de inversión andorrano ha protagonizado otras operaciones que no llegaron a buen puerto y en algunos círculos se desconfía de los inversores que puedan estar detrás.  

La concreción de la venta del histórico hotel se ha hecho esperar. La opción de compra, del año pasado, caducaba este diciembre y por fin, tras conceder el Ayuntamiento de Pollença el permiso para su reforma, Barceló Hotel Group la ha anunciado. 

Al conocerse el cierre de la operación, surgen interrogantes ante Emin Capital, el fondo que preside Jordi Badia.

Fuentes del sector conocedoras de los intermediarios entre Emin y Barceló, reconocen esa desconfianza hacia los andorranos, aunque no saben a qué se deben, pues «la operación está cerrada y nada más». El fondo tenía los 165 millones de euros que se han pagado por el hotel y «obviamente» es una operación financiera que desembocará más adelante en su venta por un precio superior al pagado a la familia Barceló. Es más, a lo largo de varios meses, la hotelera mallorquina, junto a sus asesores jurídicos y fiscales han estado dando forma a la venta, se añade. 

Lo que más suspicacia despierta es la persona de Badia, consejero delegado de Emin desde 2007, según su perfil de Linkedin. 

Otras fuentes del sector señalan a los otros dos protagonistas de la operación, nada más y nada menos que Barceló y Four Seasons —que explotará Formentor—, por lo que dudan que haya algo «turbio» detrás, pues también se apela a que la hotelera mallorquina habrá estado bien aconsejada. Con todo el dinero que hay en mercado, como muestra la variedad de fondos de inversión, no se ve tan difícil cerrar una operación como la de Formentor. Yla inyección de capital a Barceló, en plena crisis , le llega en el mejor momento.