Aproximadamente un setenta por ciento de los contagios de covid-19 entre los residentes del municipio de sa Pobla se consideran incontrolados por parte de la administración sanitaria, una situación que, según el alcalde Llorenç Gelabert, «preocupa más» que los últimos datos sobre el número de casos de coronavirus en la localidad del Nord, que presenta una incidencia de 712 casos por cada 100.000 habitantes, según los datos ofrecidos por la conselleria de Salud el pasado martes.

Esta es la principal «peculiaridad», en palabras del alcalde Gelabert, a la que se enfrentan tanto el ayuntamiento pobler como la conselleria de Salud para tratar de reducir el número de contagios, disparado en las últimas dos semanas.

Así, del número total de casos de covid-19 en sa Pobla, únicamente un treinta por ciento corresponderían a brotes controlados por la administración, mientras que el setenta por ciento restante serían casos dispersos y aislados que no están relacionados con ninguno de los brotes detectados, por lo que resulta más difícil aplicar medidas de prevención para evitar nuevos contagios.

Así lo explicó el alcalde Gelabert tras la reunión mantenida el martes en sa Pobla con la consellera Patricia Gómez y otros cargos de la conselleria en la que se decidió realizar un cribado masivo con tests de antígenos a partir del próximo domingo a la población de entre 16 y 59 años, la franja más castigada por la pandemia. Un total de 7.300 personas están llamadas a realizarse los tests de forma voluntaria en alguno de los espacios municipales que el Ayuntamiento habilitará para tal fin.

Según los datos facilitados ayer por la conselleria, que corresponden al pasado uno de diciembre, actualmente hay 106 casos activos de coronavirus en el municipio pobler, con un total de 211 altas acumuladas. Las cifras son ligeramente mejores que las aportadas anteayer (correspondientes al 30 de noviembre), que registraban 108 casos activos. El municipio sigue estando en una situación de riesgo alto, según la escala de niveles y colores utilizada por la conselleria para determinar el grado de gravedad de un territorio concreto.

Los resultados que salgan de las pruebas con tests de antígenos, las primeras de estas características que se realizarán en Balears, marcarán la hoja de ruta de la administración sanitaria en sa Pobla durante las dos próximas semanas. La Conselleria confía en que los tests rápidos detecten a los asintomáticos y supercontagiadores para que realicen la cuarentena obligatoria, por lo que esperan que los contagios se reduzcan a medio plazo. En caso de que las pruebas no consigan frenar la curva de contagios, el Govern valorará otras medidas más drásticas como el posible confinamiento perimetral del municipio, una opción que por ahora no se ha puesto sobre la mesa.

De momento, sigue vigente el bando firmado por el alcalde Gelabert el pasado 27 de noviembre mediante el que solicitaba a la población que no salga de sus domicilios si no es «estrictamente necesario».