Sóller vivirá un hecho insólito el próximo año que tan solo tiene precedentes históricos que se remontan a la pérdida de las colonias de ultramar y a la Guerra Civil. Por segundo año consecutivo el municipio no celebrará su fiesta más importante, en tanto que el Ayuntamiento ha renunciado al Firó como consecuencia de la situación de pandemia por el coronavirus. El municipio cree que para el mes de mayo se mantendrán las restricciones que afectan a las aglomeraciones de personas pese a que para esas fechas ya debería estar en marcha la campaña de vacunación masiva contra la covid.

La concejala de Participación Ciudadana de Sóller, Mar Castañer, explicó que para el próximo año «ya es prácticamente seguro que no habrá ni feria ni Firó» en tanto que «creemos que para entonces todavía habrá limitaciones en materia de fiesta y concentraciones de personas». No obstante dejó una puerta abierta a una remota posibilidad que únicamente dependerá de la campaña de vacunación masiva contra la covid «ya que si las autoridades flexibilizaran las medidas actuales entonces sí se podría estudiar si hay Firó o no». «Es algo que ahora mismo depende del Gobierno y del Govern, algo que no está en nuestras manos», sentenció.

Hay que tener en cuenta que en este año 2020 Sóller se quedó sin su recreación histórica de las batallas entre moros y cristianos. La madre de todas las fiestas, el Firó, tuvo que suspenderse al caer en pleno confinamiento y la ciudadanía se vio obligada a aceptar una fiesta que se celebró de forma virtual a través de las redes sociales. El próximo año se prevé que tampoco se celebre en su formato habitual a tenor de lo que ya entrevé el Ayuntamiento. Se trata de un hecho histórico en Sóller. La fiesta que rememora el saqueo sarraceno de 1561 rara vez se ha suspendido en el valle. Hay que remontarse a finales del siglo XIX cuando España perdió sus últimas colonias en América o durante la Guerra Civil para encontrar años durante los cuales no hubo fiesta.

Tampoco ‘foguerons’ ni Rua

Más cerca en el calendario están los tradicionales foguerons de Sant Antoni del 16 de enero o el Carnaval previsto para 14 de febrero del próximo año, unas fiestas que tampoco se celebrarán en Sóller como en otros tantos municipios de Balears o España.

El Ayuntamiento prevé que para ambas fechas se mantengan en vigor las actuales restricciones derivadas de la pandemia, por lo que el municipio ya ha decidido que tampoco se celebrarán. En el aire queda la fiesta de Sant Bartomeu, que se celebra a finales de agosto, cuya celebración dependerá de la evolución de la campaña de vacunación masiva de la población que, según las autoridades, arrancará el próximo mes de enero. Sóller todavía no ha decidido qué hará.

Rebaja de impuestos

Por otra parte, empresarios del sector turístico de Sóller han presentado a título individual ante el Ayuntamiento una petición para que se les aplique una rebaja en los impuestos y tasas de este ejercicio, como consecuencia de la falta de actividad que llevó a numerosos hoteles a terminar la temporada antes de lo previsto o directamente no pudieron abrir.

El presidente de la patronal del municipio, Lluís Rullan, explicó que los empresarios han solicitado una reducción en el recibo que grava la recogida de basuras, el suministro de agua potable, el alcantarillado, así como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Se trata de la segunda vez que los hoteleros piden una rebaja de impuestos en el año 2020. Meses atrás ya lo demandaron al Ayuntamiento, pero el Consistorio les respondió que no podía hacerlo. Entre otros argumentos explicó que la hacienda municipal estaba intervenida a través de un plan de saneamiento económico supervisado por el Ministerio de Hacienda. Pero este plan fue suprimido hace poco cuando el Ayuntamiento liquidó los últimos préstamos que solicitó a Hacienda en 2012 para hacer frente al pago de proveedores. Por este motivo, Rullan aseguró que «ahora la excusa del plan de ajuste ha dejado de tener vigencia», por lo que «si quieren aplicar bonificaciones pueden hacerlo».

El presidente de los hoteleros del municipio ha recordado que ayuntamientos de otras zonas turísticas de Mallorca han aplicado descuentos y bonificaciones a las empresas turísticas por el período durante el cual tuvieron que permanecer cerrados o para mitigar la caída de ingresos por falta de turistas.