Un sueño hecho realidad. El joven solleric Emy Maduka ha estrenado su nueva silla eléctrica que servirá para mejorar su vida cotidiana. Así se pone punto y final a un proyecto solidario iniciado hace meses en el que muchos ciudadanos han aportado su granito de arena para hacer realidad la adquisición de un moderno aparato que ha conllevado una inversión de 25.470 euros. La venta de paraguas, sorteos y donativos de numerosos particulares y entidades han permitido lograr el reto que se propuso la madre de Emy, Francisca Amengual.

Emy Maduka es un joven que sufre una enfermedad mitocondrial, considerada rara, que impide desarrollarse de una forma autónoma. Hasta ahora sus movimientos estaban limitados porque no disponía de una silla bipedestadora. El nuevo aparato permite adoptar múltiples posturas e, incluso, ponerse e pie. Emocionada, Amengual expresó su gran satisfacción después de ver cómo su hijo recorrían los primeros metros con su nueva silla en la calle de su casa. «La podrá conducir porque el aparato está equipado con un doble mando que permite ser conducido por el usuario o por el acompañante». «Era una necesidad práctica que Emy ya puede utilizar gracias, en buena parte, a la solidaridad de numerosos sollerics», agradeció.