La alarmante tasa de incidencia de la covid en Manacor -458 casos por 100.000 habitantes, la peor de Balears- ha precipitado el confinamiento de su casco urbano, una medida que, previsiblemente, entrará en vigor esta medianoche. La restricción durará al menos dos semanas. Durante este tiempo, los vecinos podrán salir de sus casas y moverse por la zona delimitada -cuyo alcance ayer no se dio a conocer-, pero sólo podrán salir del perímetro si acreditan una causa justificada, como pueda ser ir a trabajar, cuidar de mayores o llevar a los niños al colegio.

Así lo anunció ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez, quien advirtió de la crisis sanitaria que vive la capital del Llevant. En los últimos 14 días, según dijo, se han registrado 201 positivos, de los cuales 150 en los últimos siete días. Desde el inicio de la pandemia, se han diagnosticado en esta localidad 576 casos, lo que significa que uno de cada cuatro ha sido detectado esta última semana, agregó.

Gómez recordó también que los ingresos hospitalarios se han triplicado esta semana. De esta forma, si el 20 de octubre había 6 personas ingresadas en el Hospital de Manacor, de las cuales tres en UCI, a día de hoy hay 21 (18 en planta y tres en UCI).

El confinamiento irá acompañado de cribajes poblacionales y de un plan de acción comunitaria, que incluirá visitas a domicilios para detectar necesidades y para ayudar a las personas a realizar una correcta cuarentena. La consellera informó de que en 13 domicilios del casco urbano de Manacor se han detectado 31 positivos. El confinamiento obligará a cerrar el interior de bares y restaurantes, que sólo podrán utilizar sus terrazas a un 50% de aforo. La misma restricción de aforo tendrán los comercios. Por norma, el horario de cierre será a las 22 horas.

El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, expresó la máxima colaboración del Ayuntamiento con la Conselleria para trabajar en la reducción de la incidencia del virus, al tiempo que apeló a la «responsabilidad individual» para mitigar la alta proporción de la covid en la población.

«Hasta hace tres semanas, Manacor tenía unos números por debajo de la media. Estábamos contentos. La relajación en el cumplimiento de las medidas a escala individual parece ser la causa del aumento. Nuestra máxima responsabilidad pasa por informar de las medidas a los vecinos y poner recursos municipales para hacerlas cumplir», argumentó Oliver, en una comparecencia ante los medios después de que Gómez anunciase el confinamiento del casco urbano de Manacor. Respecto a las causas de este aumento de casos, el alcalde dijo que «no hay evidencias» de que se deba a incumplimientos en el ámbito escolar, cultural o deportivo, por lo que situó el foco en otro ámbito social. «La prohibición de encuentros en locales de ocio ha provocado que se hayan producido estos encuentros en casas particulares, lo que ha complicado la tarea policial de vigilancia. Desde el Ayuntamiento seguiremos pidiendo responsabilidad y contención», manifestó Oliver, quien remarcó que los colegios seguirán abiertos.

En el capítulo de reacciones empresariales, PIMEM-Manacor informó de que apoya el confinamiento. Desde la Federación aseguraron que son medidas que «se deben tomar». «Desde la perspectiva empresarial se recuerda que se permite mantener las empresas abiertas y esto da un balón de oxígeno a las empresas muy tocadas por los efectos de la pandemia», argumentó la entidad empresarial.