El control del cumplimiento del toque de queda en una gran parte de los municipios de Mallorca será prácticamente imposible a causa de la falta de recursos policiales para efectuar esta vigilancia. En las localidades más pequeñas, apenas hay uno o dos policías, por lo que la realización de turnos entre las 23 horas y las seis de la madrugada es inviable.

Éste es el aviso que han lanzado varios alcaldes de la isla, que consideran que, en esta situación, poco más pueden hacer que apelar a la responsabilidad ciudadana para que los vecinos cumplan con esta restricción de movilidad nocturna.

«A mí me parece perfecto que se tomen estas medidas, ¿pero serán efectivas si no hay agentes para controlar?», se cuestionó la alcaldesa de Porreres, Francisca Mora (El Pi), quien recordó que, en su municipio, el último turno de la Policía Local acaba actualmente a las 22 horas, una hora antes de que empiece el toque de queda. El crónico déficit de las plantillas policiales no ayuda a afrontar situaciones de emergencias como la que se vive actualmente, advirtieron los mandatarios municipales.

Mora explicó que, actualmente, su plantilla está compuesta solo por dos agentes, ya que hay tres de baja y uno con permiso de paternidad. «No tenemos gente para cubrir el servicio. Además, hay que tener en cuenta que una persona sola tampoco puede encargarse de patrullar por la noche», argumentó la alcaldesa de Porreres. En otro municipio del Pla, Montuïri, los argumentos que se expresan son parecidos.

Esta localidad cuenta con dos policías locales, que hacen turnos diarios de ocho horas. No hay por tanto efectivos para cubrir el turno nocturno.

«Y que haya sólo un policía de guardia por las noches es peligroso, no puede asumir solo esta vigilancia nocturna», expuso el alcalde de Montuïri, Joan Verger (Més). Las soluciones pasan por una reivindicación que ya es recurrente entre los alcaldes de la isla: más efectivos policiales.

Estrechar la colaboración con la Guardia Civil puede ser una de las fórmulas, apuntan los consistorios. «Durante el pasado confinamiento, tuvimos ayuda de la Guardia Civil de la dotación de Vilafranca, pero no es suficiente», argumentó Verger, quien se mostró partidario de mancomunar servicios policiales.

Por su parte, el presidente de la Federació d’Entitats Locals de Balears (Felib), Toni Salas, también alcalde de Costitx, recordó que las quejas por las «plantillas policiales reducidas» constituyen una reivindicación histórica de los municipios. Salas confió en que se refuerce más la colaboración con la Guardia Civil y la Policía Nacional, para garantizar un mayor control en el cumplimiento del toque de queda.