Por segundo día consecutivo Sóller respira temperaturas más propias del verano que no de mediados de otoño. Muestra de ello es el calor que ha reinado durante toda la noche. Y es que el termómetro no ha bajado de los 25 grados en la estación termopluviométrica de sa Vinyassa.

Desde el punto de vista meteorológico esta ha sido la segunda madrugada con temperaturas tórridas al rondar entre los 20 y los 25 grados. Más calor ya sería una noche ecuatorial. Cabe recordar que durante la noche del martes al miércoles, el mercurio no bajó de los 24 grados.

El calor que invade Sóller es consecuencia del denominado efecto Foehn, un fenómeno que se produce en el valle cuando sopla viento de xaloc. El Foenh hace que el aire registre subidas repentinas de temperatura y, a la vez, un descenso importante de la humedad relativa.

De hecho, en Sóller llevan dos días que más de una jornada otoñal es una de verano. Además del efecto Foehn, tanto este miércoles como hoy ha hecho acto de presencia la calima por las partículas de tierra que hay en suspensión en el aire tiñendo el cielo de un color beige. La Agencia Estatal de Meteorología avisa de que las temperaturas máximas en Sóller pueden llegar a los 26 grados. De todas formas, la situación no es excepcional a pesar de que las altas temperaturas no son habituales en esta época del año.