Un total de 31 sociedades de cazadores han recibido vales canjeables por bebederos, comederos automáticos programables y grano, en el marco de un proyecto a favor de la preservación de la tórtola común desarrollado por la Federación Balear de Caza y financiado por el Consell de Mallorca.

La actuación, denominada «Mejora del hábitat de la tórtola común en Mallorca», entra dentro del Plan Integral para la Recuperación de la tórtola europea (PIRTE) de la Federación de Caza Española, y tiene como objetivo mejorar la capacidad de acogida del hábitat de esta especie a través de la aportación de comida y agua y de las siembras.

Concretamente, se podrán adquirir y colocar 130 bebederos, 130 comederos y 14 toneladas de comida. Además, los comederos, que son programables, liberan el grano de forma controlada y permiten que se aproveche mejor, informó el Consell.

Según dijo Jaume Alzamora, conseller de Promoción Económica y Desarrollo Local, «el Consell otorga 32.534,49 euros en concepto de subvención a la Federación Balear de Caza para este proyecto, porque somos conscientes de que el colectivo cazador es clave para una buena gestión cinegética, y este proyecto beneficiará sin duda la tórtola».

Alzamora lo justificó de la siguiente manera: «Ya no se hace un uso mayoritariamente tradicional y agrícola del campo, con lo que los hábitats y los agrosistemas se ven afectados negativamente. La vulnerabilidad de la tórtola es una de sus consecuencias. Los cazadores, con la gestión que hacen los cotos, contribuyen a reducir los efectos negativos, ya que ponen a disposición de las especies el agua y la comida que necesitan».

La Comisión Europea, ante el decrecimiento poblacional de la tórtola europea (Streptopelia turtur), ya contempla desde 2018 la aportación de comida y agua como una medida estratégica. El Plan PIRTE recoge y coordina a nivel estatal las medidas de gestión aplicadas por las comunidades autónomas y las federaciones regionales de caza. Las medidas que se llevarán a cabo beneficiarán también la perdiz roja (Alectoris rufa), el conejo (Oryctolagus cuniculus) y otras especies que comparten los hábitats de los cotos. Por otro lado, en un primer análisis de los censos durante la primavera y el verano de este año, se ha detectado menos población de especies como la perdiz, la liebre y el conejo respeto a los datos de 2018. Para los técnicos, esto sugiere que, a raíz del confinamiento, el colectivo cazador no ha podido acceder al campo ya los cotos y hacer las tareas estratégicas de siembra y colocación de comida y beber.