Mallorca Balloons, en colaboración con la Asociación de Padres con Niños con Cáncer de Baleares (Aspanob), invitó este sábado a un vuelo en globo aerostático a 10 niños con cáncer. El objetivo de la iniciativa consistía en «dar una alegría y una luz de esperanza a estos niños que están sumergidos en esta enfermedad en tan corta edad», según destacaron los promotores de la iniciativa.

«Personalmente, en una época donde la covid monopoliza todo, creo que este vuelo es también un recordatorio de que hay otros dramas y otras necesidades, ya que hay muchas otras enfermedades muy graves que no deben ser pasadas en ningún caso a un segundo plano», manifestó desde Mallorca Balloons Ricardo Aracil. 

El viaje en globo tuvo lugar durante la mañana de este sábado en la comarca del Llevant de Mallorca. Los niños llegaron muy ilusionados a la sede de esta compañía que se encarga de realizar estas travesías aéreas.

Uno de los padres aseguraba a este diario que la mayoría de ellos no había podido dormir por la noche de los nervios y la ilusión que sentían por participar en esta experiencia totalmente novedosa para ellos.  

Los participantes pertenecen a Aspanob, cuyo objetivo principal es contribuir a la mejora de la calidad de vida de los niños con cáncer y sus familias, tanto a nivel médico como psicológico, social y asistencial

Algunos de los niños se subieron con sus padres en globo. Como María, de apenas nueve años, quien al principio no estaba muy convencida con la experiencia. «¿Te diviertes?», le preguntaba el padre. «No, me aburro», contestó. 

«Pues entonces bajamos», bromeó el piloto. La niña se lo repensó y negó con la cabeza: «No, ¡que ya me divierto!». Los menores mostraban sus caras de asombro por participar en esta experiencia. No perdían detalle de la sensación que supone el surcar los cielos. 

Mallorca Balloons tiene su sede en Manacor, pero ayer el punto de partida para esta experiencia solidaria fue el aeródromo de Vilafranca.

Las condiciones atmosféricas fueron perfectas. Los pilotos señalaron que había sido una de las mejores jornadas de esta temporada, con poco viento y mucha claridad, lo que permitió ver toda la isla, e incluso Cabrera y Menorca. Después de la travesía por los cielos, que duró aproximadamente una hora, los niños disfrutaron de una merienda. La previsión es que se pueda repetir la experiencia a finales de mes.