Este viernes se cumplen dos años de la torrentada que azotó el corazón de Sant Llorenç y el Llevant de Mallorca llevándose por delante trece víctimas mortales. Han sido dos años de estudios, proyectos y actuaciones para restaurar, reorganizar y mejorar la seguridad. Así, de los 56 puntos negros detectados, 44 son de competencia municipal. En estos dos años, el Ayuntamiento ha ejecutado 23 mientras que otros dos se están tramitando para iniciar su ejecución en breve. Uno de ellos es el del puente de la calle Major, explica el alcalde Mateu Puigròs, que se tramita ante Recursos Hídricos. Quedan 19 pendientes que esperan poder solucionar en 2021.

También se trabaja en la modificación de las normas subsidiarias donde se establece una nueva remodelación territorial evitando la urbanización de las zonas sensibles a inundaciones. Así, el Ayuntamiento ha invertido 2,9 millones para adquirir parcelas que presentan un elevado grado de peligrosidad. A día de hoy ya han comprado 20, la mayoría en suelo urbano.

Asimismo, el alcalde avanza que sale a concurso la demolición del edificio de 800 metros cuadrados de la calle Lepanto conocido como la antigua Fàbrica de Brodats. «Seguimos haciendo actuaciones para eliminar los puntos negros», celebra.

En cambio, de las doce intervenciones competencia del Consell no hay ninguna arreglada, lamenta. Eso sí, «el Consistorio redactó proyectos básicos para facilitar el trabajo técnico al Consell», explica Puigròs. Están pendientes de la respuesta de actuación por parte de la institución insular de los diferentes proyectos de ampliación de la capacidad hidráulica del torrent de ses Planes bajo la variante Ma-15, la modificación de la anchura del puente sobre el torrent de ses Planes a la altura de la calle Mossèn Galmés y de la calle Brodadores, además de la sustitución del puente de la calle sa Taulera, unos proyectos entregados al Consell a principios de 2019 y que «lamentablemente han sido más los problemas que las soluciones». Asimismo, se está elaborando un Plan de Seguridad Municipal para actuar de una forma más eficaz, coordinada y contundente ante una emergencia.

Archivo municipal

Mostrar la información que custodia el archivo municipal sobre las torrentades es el objetivo del trabajo de investigación de Bernat Font. «Desgraciadamente las torrentades han estado ligadas a nuestra historia», destaca. La primera de la que se tiene constancia es la del 3 y 4 de noviembre de 1943. El archivo custodia decretos de alcaldía, acuerdos, actos de plenos, correspondencia del Ayuntamiento con el Gobernador Civil de la Provincia y recortes de prensa que dejan constancia de la gravedad de las inundaciones que azotaron la zona de sa Grua y el núcleo urbano de Sant Llorenç, destrozando siete puentes. No hubo víctimas pero sí 199 afectados y el valor de los daños ascendió a los 20 millones de pesetas y es que el nivel del agua subió hasta los cinco metros de altura. El archivo también atesora documentación relacionada con las inundaciones de 1973 y 1989.Los investigadores del grupo MEDHyCON de la UIB han reconstruido por primera vez cómo se produjo la catástrofe del 9 de octubre de 2018 a partir de datos reales recogidos in situ durante la inundación. Es la primera vez que se obtienen datos reales de este tipo de sucesos.

Por ello, la UIB insiste en la importancia del monitorizaje continuo de los torrentes ante el riesgo de inundaciones. Y es que el monitorizaje continuo del caudal del torrente de Begura de Salma ha revelado que acumuló en 15 minutos una punta máxima de 442 metros cúbicos por segundo, una cifra similar al caudal medio del río Ebro. Los datos evidencian que el extraordinario volumen de las precipitaciones de aquel fatídico 9 de octubre hizo que el suelo no tuviera capacidad para drenarlas. Eso junto a las características geográficas del terreno hicieron que se desbordase causando una tragedia.

Este estudio es un primer paso para mejorar la gestión del riesgo de inundaciones en áreas mediterráneas. Así, el conocimiento generado a partir de dicha investigación ha permitido impulsar un sistema de sensores que permitirá obtener información en tiempo real del estado de los torrentes en las islas. De hecho el grupo MEDHyCON cuenta con una red formada por 34 estaciones equipadas con sondas digitales que miden minuto a minuto el estado del agua. Actualmente, el principal reto es consolidar esta red hidromética de estaciones automáticas e incorporar la función de comunicación en tiempo real, lo que permitirá anticipar el episodio de inundaciones y ejecutar acciones preventivas.

La UIB reconstruye por primera vez las inundaciones del 9 de octubre

Los investigadores del grupo MEDHyCON de la UIB han reconstruido por primera vez cómo se produjo la catástrofe del 9 de octubre de 2018 a partir de datos reales recogidos in situ durante la inundación. Es la primera vez que se obtienen datos reales de este tipo de sucesos. 

Por ello, la UIB insiste en la importancia del monitorizaje continuo de los torrentes ante el riesgo de inundaciones. Y es que el monitorizaje continuo del caudal del torrente de Begura de Salma ha revelado que acumuló en 15 minutos una punta máxima de 442 metros cúbicos por segundo, una cifra similar al caudal medio del río Ebro. Los datos evidencian que el extraordinario volumen de las precipitaciones de aquel fatídico 9 de octubre hizo que el suelo no tuviera capacidad para drenarlas. Eso junto a las características geográficas del terreno hicieron que se desbordase causando una tragedia. 

Este estudio es un primer paso para mejorar la gestión del riesgo de inundaciones en áreas mediterráneas. Así, el conocimiento generado a partir de dicha investigación ha permitido impulsar un sistema de sensores que permitirá obtener información en tiempo real del estado de los torrentes en las islas. De hecho el grupo MEDHyCON cuenta con una red formada por 34 estaciones equipadas con sondas digitales que miden minuto a minuto el estado del agua. Actualmente, el principal reto es consolidar esta red hidromética de estaciones automáticas e incorporar la función de comunicación en tiempo real, lo que permitirá anticipar el episodio de inundaciones y ejecutar acciones preventivas.