Tras un mes de septiembre marcado por la profunda crisis política, el ayuntamiento de Felanitx descorcha este mes de octubre con un nuevo pacto, un acuerdo cerrado anoche entre El Pi del alcalde Jaume Monserrat y el PP de Catalina Soler, que con sus seis concejales, más los dos de los regionalistas, suman ocho ediles en el equipo de gobierno. Falta cerrar el noveno concejal que daría la estabilidad y la gobernabilidad al Consistorio felanitxer.
Tras varios días de reuniones, Monserrat y Soler acabaron anoche de “afinar” su música, una música que tras tres horas de negociación permitirá sacar de la “parálisis” la gestión municipal. Y es que este miércoles las dos formaciones tuvieron una primera toma de contacto en la que Soler admitía que “la música que hemos tocado no ha desafinado”. A la del miércoles, se sumó una nueva cita el viernes mientras que la de ayer fue la definitiva para sellar un acuerdo de gobernabilidad. A falta de desvelar el número nueve, este lunes se desmenuzará la letra pequeña del nuevo pacto en el ayuntamiento de Felanitx.
Sobre la mesa está despejar la incógnita del apoyo del regidor no adscrito, Joan Aznar, que abandonó las filas socialistas ya que en varias ocasiones el alcalde ha reiterado que no pactaría con los extremos, es decir, Vox o Podemos. Así que el edil de Vox, si se sigue la voluntad del primer edil, no se podría tener en cuenta. Con estos escenarios pendientes a despejar, será este lunes cuando se comunique cómo quedará el nuevo Consistorio.
Así se pone punto y final al pacto continuista y de izquierdas que desde 2015 pilotaba el ayuntamiento de Felanitx. A partir de ahora, hay un giro a la derecha, un giro provocado por una profunda crisis de gobierno que tras meses cociéndose estalló este mes de agosto. Fue en una reunión del equipo del pacto entre El Pi, PSOE y Bloc para limar asperezas de cara al cambio de alcaldía prevista para junio de 2021 en la que el socialista Xisco Duarte debía tomar la vara de mando. Lo que sucedió, relatado por el propio Joan Aznar, es que quedó claro que “las fechorías de Xisco Duarte habían sido demasiadas y el resultado fue que “el melón estaba más podrido de lo que creíamos: mentiras, medias verdades, desacreditar a compañeros en público, amenazas...». Con este escenario y cansado de que en su partido no lo escucharan, el que fue secretario general de la agrupación socialista de Felanitx, Joan Aznar convocó el 18 de septiembre a la prensa para anunciar que abandonaba las filas del PSOE. Una decisión que hizo tambalear al pacto. Ya dijo por activa y por pasiva que continuaría como regidor no adscrito.
Tras una semana de reuniones y de analizar la profunda crisis en la que había caído el pacto continuista, el alcalde de Felanitx puso punto a “un problema insostenible” con el cese de los tres regidores socialistas Xisco Duarte, Damiana Massutí y Gràcia González. “El malestar interno del equipo de gobierno no nos permite gestionar el Ayuntamiento tal y como requiere la crisis sanitaria y económica”, argumentó el primer edil el día 25 al comunicar su decisión.
El lunes de esta semana ha sido crucial para el futuro del consistorio. Los militantes del Bloc decidieron que la formación debía salir del equipo de gobierno con lo que desde este martes el Ayuntamiento quedó al mando del alcalde, la regidora de El Pi, Melanie Mesquida, y Joan Aznar. Por su parte, la junta local del PP daba luz verde a Catalina Soler para negociar con el primer edil una estabilidad que sacaría Felanitx de la “parálisis”. Y así ha sido como se ha gestado el nuevo pacto en el Ayuntamiento, víctima de una profunda crisis política que en palabras de Joan Aznar, que este miércoles contó su versión de los hechos sin tapujos, “no ha sido un problema entre partidos. El problema ha sido solo uno y tiene nombres y apellidos: Xisco Duarte Barceló». El PSIB ha denunciado que «la intención del alcalde de Felanitx, Jaume Monserrat, ha sido dar el poder al PP desde el primer minuto», refiriéndose a las informaciones que señalan que El Pi y el PP haría días que negocian para cerrar un acuerdo que «haga virar Felanitx hacia la derecha».
Según informaron desde la Comisión Gestora de la Agrupación Socialista de Felanitx, «las noticias conocidas este sábado demuestran que la intencionalidad de toda la operación orquestada por la alcaldía y su entorno era expulsar al PSIB del pacto y conseguir que el Bloc tampoco continuará para poder dar todo el poder al PP».
En esta línea, continuaron los socialistas, «vemos cómo las negociaciones para conformar un pacto de derechas en Felanitx van a buen ritmo, hecho que confirma nuestra sospecha de que la ruptura del pacto por parte de El PI no se ha dado por ninguna situación personal ni ningún conflicto interno en ninguno de los socios que formaban el pacto progresista, sino por una decisión del alcalde de dar un giro a la derecha en el Ayuntamiento».
Además, la Comisión Gestora destacó que «este acuerdo se está produciendo sin que haya habido ni un solo intento por parte del alcalde de reconstruir el pacto que había gobernado en el municipio desde 2015».
Por todo ello, los socialistas piden a El Pi que «responda ante el pueblo por una operación que supondrá una verdadera decepción para los felanitxers que votaron por la continuidad del pacte de 2015».
Pese a las acusaciones socialistas de una «operación orquestada por la alcaldía», tanto su ex regidor y secretario general de la agrupación local, Joan Aznar, como sus ya ex socios del Bloc apuntaron a Xisco Duarte, portavoz municipal del PSIB. «No ha sido un problema entre partidos. El problema del pacto es solo uno y tiene nombres y apellidos: Xisco Duarte Barceló», reveló Aznar.