La rissaga de este viernes de Portocolom provocó un éxodo masivo de embarcaciones del puerto de gestión directa del Govern balear y otras instalaciones hacia el Club Nàutic de Portocolom, cuyo nivel de protección es superior. La entidad náutica ha informado esta mañana de que, como viene siendo habitual en estos casos, se ha ofrecido abrigo a más de 90 embarcaciones de mediana y pequeña eslora “sin coste y por solidaridad marinera”.

El temporal del fin de semana pasado ya obligó a la acogida en el club de nueve barcas y lanchas que habían quedado expuestas al oleaje en la zona de las barracas y en el puerto público.

Climent Garau, presidente de esta entidad, remarca que el club está abierto al ofrecer estos espacios de manera desinteresada. “Lo hacemos por solidaridad y, si no hay lugares disponibles, permitimos que los barcos se abarloen los unos a los otros, puesto que nuestras instalaciones son más seguras, tanto por su ubicación como por su mantenimiento. La prioridad en estos casos es evitar que los barcos de la localidad sufran daños. Lo hemos hecho siempre y lo continuaremos haciendo”, defiende.

Garau agradece el "gran esfuerzo" realizado desde ayer hasta esta madrugada por el equipo de marinería. “Ha trabajado de una manera ejemplar y con profesionalidad para dar respuesta a esta emergencia; gracias a su labor no se han producido daños materiales de importancia”.  

Las rissagas, que afectan especialmente a puertos naturales como el de Ciutadella, Portocolom o Cala d’Or, consisten en súbitos aumentos del nivel del mar provocados por cambios de presión en la atmósfera, de ahí que se las conozca también como meteotsunamis. Aunque son difíciles de predecir, hay diversos indicadores que permiten lanzar avisos preventivos.