El conseller de Movilidad, Marc Pons, inauguró ayer las nuevas instalaciones portuarias del muelle de marinería, en el Port de Sóller, que suponen un salto cualitativo en la atención al turismo náutico del municipio. Con una inversión de 3,3 millones de euros, Nuevos Puertos Deportivos, que opera con la marca comercial Marina Tramontana, puso ayer en servicio unas modernas instalaciones que se ubican en un terreno ganado al mar en el muelle de marinería. Constan de tres edificios que albergan un restaurante, un bar, una oficina, servicios para los navegantes y equipamientos náuticos. El proyecto se complementa con una gran piscina en el centro del muelle con vistas a toda la bahía y un aparcamiento.

El proyecto que ayer se inauguró llega con 15 años de retraso. La construcción de los edificios estuvo paralizada por varias polémicas a nivel político y social, e incluso legal. Hace ahora 5 años, Marina Tramontana y el Govern llegaron finalmente a un acuerdo para la urbanización completa del muelle que ahora ha recogido sus frutos. La empresa que explota las nuevas instalaciones prevé que cuando estén a pleno rendimiento generen unos 40 puestos de trabajo directos.

Único en el Mediterráneo

En su intervención, Marc Pons elogió el proyecto desarrollado por Marina Tramontana en el Port de Sóller hasta el punto que lo calificó como “un lugar extraordinario y único en el Mediterráneo”, a lo que añadió que “desde ahora la zona portuaria entra en el siglo XXI”.

El conseller afirmó que las nuevas instalaciones “mejorarán los servicios a los turistas náuticos que nos visitan”.

Por su parte, el alcalde solleric, Carlos Simarro, aseguró que “Sóller no tiene nada que ver con lo que era antes y lo que es ahora” y aseveró que el proyecto de marinería supone “la guinda” para el sector turístico del municipio. En su opinión “Sóller será un referente” y recordó que la ampliación del muelle “permite que puedan amarrar yates porque hasta entonces solo podían hacerlo embarcaciones de hasta solo ocho metros”. Para Carlos Simarro “hemos tenido que esperar 15 años para ver el proyecto hecho realidad, pero ha valido la pena esperar”. El acto concluyó con el descubrimiento de una placa y un refrigerio.