La tensión sigue en el seno del pacto de gobernabilidad en Felanitx entre El Pi, PSOE y Bloc. Así lo reconoce el alcalde Jaume Monserrat que asegura que “el pacto no está arreglado”. Eso sí, las reuniones siguen entre los socios para encontrar una solución con el objetivo de que la crisis entre socios, principalmente entre regionalistas y socialistas, interfiera lo mínimo en la gestión municipal. De hecho, en el pleno del lunes la oposición criticó que las desavenencias en el seno del pacto han llevado al Consistorio a “una parálisis”.
“Estamos trabajando desde el punto de vista que cada uno tiene del posible problema pero no está solucionado”, comentó el primer edil de El Pi tras la visita a las obras de las cocheras de los buses en el polígono de Son Colom. Con un pacto que pende de un hilo en busca de la fórmula que destense la situación, el alcalde que debe ceder la vara de mando al socialista Xisco Duarte en junio, tiene claro que “cualquier cambio pasa por una minoría o acuerdos puntuales”. Y es que los números son los que son.
“Somos políticos, no técnicos. Tenemos que sobrevivir haciendo nuestro trabajo, llegando a acuerdos. La mayoría es una garantía pero si el pacto no continúa, el camino a seguir será apostar por la continuidad del proyecto ”, vaticinó. De todas formas, Monserrat tiene claro que “si las personas están al nivel que deben estar se pueden alcanzar dichos acuerdos”. De hecho, ya lo dijo en el pleno del lunes tras la retahíla de preguntas de la popular Catalina Soler a los socios del pacto sobre la crisis: “Si la mesa tiene nueve patas, las nueve deben sostener el mismo peso”.
Por su parte, el socialista Xisco Duarte reiteró su apuesta por calmar las aguas en el seno del pacto felanitxer: “Lealtad y compromiso son las palabras clave”. Pese a que la tensión entre socios haya estallado este verano, la realidad es que es una cuestión que viene de atrás. Rifirrafes entre los propios regidores del equipo de gobierno han llevado a tensar hasta tal punto la cuerda que la continuidad del pacto necesita una fórmula, que los propios socios desconocen, para salvar la situación.
