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Agricultura

La covid interfiere en la vendimia

La pandemia obliga a las bodegas a adoptar medidas extra de seguridad para evitar contagios, como el reparto de tijeras personalizadas y el fin de los almuerzos comunales donde los trabajadores se solían intercambiar la comida

Un grupo de trabajadores entre las viñas de la bodega Jaume de Puntiró. miquel bosch

La pandemia que azota el mundo es un invitado no deseado en los trabajos de la vendimia, característicos de estas fechas. A partir de esta semana la mayoría de bodegas de la zona han iniciado sus respectivas recogidas de viñas, cambiando la alegría que era habitual de otros años por la preocupación por los posibles contagios entre el personal que se ha contratado.

Dos de las bodegas del Raiguer como Macià Batle y Ramanya efectuarán prácticamente toda la vendimia con maquinaria industrial. Además, Macià Batle, por ejemplo, ha tomado como medida de profilaxis el distanciamiento social entre los recolectores cuando el trabajo sea manual.

En esa misma línea, la bodega Ramanya implementará las preceptivas medidas de seguridad entre los empleados que realizan el trabajo manual.

Tijeras exclusivas

La seguridad es el concepto que está en boca de todas las bodegas, que no quieren llevarse ningún susto en forma de repentino brote de contagios.

Aplicándose a ello, bodegas como Petit Celler 7103 y Jaume de Puntiró explican que continuarán realizando toda la vendimia a mano.

En el caso del Petit Celler, han hecho entrega a sus siete trabajadores de unas tijeras podadoras personalizadas para cada uno de ellos. Sólo las podrán utilizar ellos y deberán devolverlas al final del trabajo.

Tampoco podrán compartir el agua, como medida de precaución.

Políticas parecidas aplica Jaume de Puntiró, diferenciando con colores los cubos y tijeras para que no puedan ser compartidos. En general, se acabará también con la costumbre de realizar un almuerzo colectivo en el descanso para evitar así que se intercambien alimentos.

Por su parte, Bodegas Ribas de Consell efectuará la vendimia con sus propios trabajadores y no descarta alguna contratación extra si es necesario. El reparto de cajas para la recogida de la uva se modificará también por la covid. El empleado cargará directamente la caja llena del producto en el camión. Una vez descargadas, serán debidamente desinfectadas y acondicionadas para poder ser utilizadas en los días sucesivos.

Preocupación empresarial

Como el resto de sectores de la sociedad, los empresarios del sector manifiestan que su máximo temor es que se produzcan contagios en el día a día. En tal caso, se verían obligados a suspender la actividad de la recogida de la uva, con los consiguientes perjuicios económicos. De ahí que todas las fuentes consultadas aboguen por extremar las medidas de precaución, a fin de que no se produzca ningún brote de contagios.

A esa preocupación obedecen las medidas de seguridad adoptadas, que acabarán con uno de los rituales de la vendimia, como eran esos almuerzos comunales en que se compartían los alimentos antes de proseguir con los trabajos de la recogida de la uva.

Al no compartir el almuerzo se pierden unos momentos de relax y comunicación entre los trabajadores, ya que no podrán degustar una comida compartida como hacían hasta ahora.

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