Representantes del ayuntamiento de Sóller pudieron comprobar ayer el avanzado estado de deterioro en el que se encuentra el antiguo cine Fantasio, hasta el punto que se han producido algunos desprendimientos que ponen en jaque su estructura, especialmente la cubierta. Con la visita al viejo cine que cerró sus puertas en 1981, el alcalde Carlos Simarro anunció ante los medios su intención de desempolvar el proyecto que él mismo impulsó en el año 2013, que preveía una inversión de un millón de euros para recuperar el edificio.
El alcalde explicó que "nuestra intención es llevar a cabo la reforma" que prevé convertir el cine en un salón de actos manteniendo su estructura y distribución actual. No obstante, Simarro señaló que "esta inversión se llevará a cabo siempre y cuando el Estado nos lo permita", en tanto que "nuestro objetivo es que se financie con los recursos que tenemos en el banco procedentes del superávit de los últimos años".
El alcalde defendió la reforma del edificio "porque posee unas características únicas que lo hacen ideal para Sóller", toda vez que también se mostró convencido de que "la reforma debe llevarse a cabo de una sola vez para evitar los problemas de financiación y proyectos con el que se ha topado la rehabilitación del teatro Defensora Sollerense".
El primer edil estuvo acompañado por varios técnicos municipales y concejales del equipo de gobierno. La visita no fue más allá de unos metros de la puerta de entrada ya que la cubierta del edificio amenaza ruina. De hecho, los técnicos han constatado como en los tres últimos años el deterioro del Fantasio se ha acelerado hasta el punto que parte del cielo raso se ha desplomado sobre el patio de butacas. Además, en otra zona el techo ha cedido y un agujero en la cubierta deja pasar el agua cada vez que llueve. El mal estado del edificio es crítico, especialmente por el estado en que se encuentra la cubierta.
Actuación de urgencia
El Ayuntamiento llevará a cabo una actuación de urgencia para consolidar diversos elementos de la fachada del edificio que amenazan con desprenderse. De este modo se ejecutará un requerimiento que ha salido de los propios servicios técnicos municipales que advierten que hay una elevada probabilidad de que puedan caerse cascotes en la vía pública, con el consiguiente peligro para los peatones.
