Un delincuente de 48 años fue sorprendido en la mañana del sábado en la estación de Inca cuando portaba consigo numeroso material electrónico sustraído, horas antes, en el IES de Sineu. El vigilante de seguridad dio la voz de alarma y agentes de la Guardia Civil le detuvieron por un presunto delito de robo con fuerza. Varias tablets y un altavoz que portaba habían sido robados en el centro escolar.

El robo se perpetró sobre las cuatro y media de la madrugada del viernes en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Sineu. La alarma sonó entonces en el centro escolar y la puerta de acceso había sido fracturada. Tras acudir los responsables del centro, echaron a faltar un altavoz y numerosas tablets.

Nada más tener conocimiento de lo ocurrido, el director del IES de Sineu se desplazó en primera instancia al centro escolar para hacer el balance del número de efectos que habían sido robados. A continuación, el responsable acudió a las dependencias de la Guardia Civil de Inca para interponer la correspondiente denuncia.

Efectivos de la Policía Judicial del instituto armado se desplazaron hasta el IES de Sineu para realizar la correspondiente inspección ocular para delimitar cómo habían accedido los ladrones al centro escolar. También avisaron a los especialistas del Laboratorio Criminalística para tratar de encontrar huellas que condujeran a identificar al delincuente.

En un principio, se barajó hacer un visionado detallado de las grabación de las cámaras de videovigilancia del IES Sineu para ver si en ellas aparecían los malhechores y era posible identificarles a través de ellas.

Sin embargo, los investigadores no tuvieron que esperar demasiado para dar con el paradero del ladrón y recuperar buena parte de los elementos sustraídos en las instalaciones. Sobre las ocho de la mañana del sábado, un vigilante de seguridad de la estación del tren de Inca reparó en la actitud sospechosa de un individuo que se encontraba en el andén.

Un delincuente indiscreto

El sujeto portaba consigo una gran cantidad de aparatos electrónicos y no parecía tener la menor intención de actuar con disimulo. La discreción no era su fuerte. De hecho, dejó ver que portaba consigo varias tables y un altavoz de gran tamaño.

Ante las sospechas de que el sujeto que tenía ante sus ojos pudiera tratarse de un delincuente, el vigilante de seguridad se puso en contacto con la Guardia Civil y comunicó que un pasajero que se encontraba esperando el tren en la estación de Inca pudiera ser un ladrón. De inmediato, una patrulla de la Guardia Civil se desplazó hasta el lugar señalado.

Al identificar al sospechoso, se dieron cuenta de que era un delincuente habitual. Además, los objetos que portaba coincidían con los que habían sido robados en el IES de Sineu.