Los municipios de Sóller y Fornalutx celebraron este jueves una cumbre local para analizar la situación de la pandemia en el valle y solicitar a la Delegación del Gobierno mayor presencia de la Guardia Civil.

En este encuentro, ambos municipios coincidieron en reclamar que las instituciones supramunicipales deberían facilitar la identidad de los contagiados para mejorar la efectividad de los servicios policiales.

Con posterioridad a la reunión, el concejal de Gobernación, Carlos Darder, procedió a explicar que Sóller y Fornalutx pedirán a la delegada del Gobierno, Aina Calvo, que dote de mayor personal el cuartel de la Guardia Civil de Sóller, un cuerpo que desde el cuartel del valle debe atender a un total de once municipios de la comarca.

Seguridad ciudadana

Esta situación, explicó el edil, genera problemas en materia de seguridad ciudadana "porque las policías locales deben asumir tareas que corresponden a la Guardia Civil", algo que "acaba por saturar a las policías locales que tienen muy pocos efectivos disponibles".

Identificación de contagios

Uno de los temas que salieron a colación en el encuentro entre ambos municipios fue la de instar a Delegación del Gobierno en Balears a que proceda a facilitar la identidad de las personas que se han contagiado con el virus de la covid.

En opinión de sendos ayuntamientos, el hecho de poder contar con este listado "facilitaría bastante el trabajo, ya que se podría hacer un seguimiento más efectivo", en tanto que "por un lado las fuerzas de seguridad sabrían exactamente cuántos infectados hay y si realmente cumplen con la obligación de confinamiento, entre otras cuestiones", explicó el concejal.

La petición será canalizada hacia la Delegación del Gobierno, de forma conjunta con el escrito en el que se solicitará la dotación de mayor número de efectivos a la Guardia Civil. Sóller y Fornalutx. Sostienen que reforzar el cuerpo permitiría ejercer un mayor control contra las aglomeraciones de personas o la celebración de fiestas particulares, algunas de las cuales se celebran en fincas de montaña, sin respetar las condiciones que marca la actual crisis sanitaria.