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Movilidad

Son Servera prueba su reforma circulatoria entre dudas vecinales

El equipo de gobierno pide "paciencia" ante el cambio mientras que On- El Pi y vecinos de la zona lo critican

Son Servera estrena cambio circulatorio en el centro. b. capó

El ayuntamiento de Son Servera ha puesto en marcha la reforma circulatoria en el centro del pueblo, que irá acompañada de un cambio de la zona ACIRE y la instalación del control de cámaras de vigilancia, que fotografiarán a los vehículos infractores, eso sí, se discriminarán las matrículas de los vecinos autorizados. Por su parte, repartidores y proveedores deberán avisar a la Policía Local antes de acceder para evitar sanciones. De momento, se trata de una fase experimental y aún se desconoce cuándo entrará en funcionamiento. La zona Acire sigue señalizada la anterior. La intención es reducir el tráfico rodado en la plaza de Sant Joan, sobre todo el tránsito residual detectado por la empresa que ha realizado el estudio.

Referente a la inmediatez con la que se ha realizado el cambio, incluso sin haber terminado las señalizaciones, el regidor de Movilidad, Sergio Vallbuena, aclara que se ha querido dar tiempo para habituarse, antes de la apertura de los colegios, que es cuando más se satura el centro. La interpretación de los primeros días de implantación tiene distintos puntos de vista. Si para el equipo de gobierno está siendo un éxito, no está tan claro para algunos vecinos ni para On-El Pi, en la oposición, que siempre se ha mostrado en contra de la manera en que se ha realizado la reforma.

La formación que preside Antoni Canovas, un entendido en seguridad vial, no comparte algunos cambios, com el Stop de la calle Joana Roca, que soporta un 80% del tránsito, dando preferencia a la calle Sol que solo soporta un 20%. Consideran que en este punto se reduce la seguridad y posiblemente haya más colisiones. Creen que tampoco se pacificará la plaza Sant Joan, ya que recibirá tráfico de otras calles como Major o Doctor Servera.

También ven ilógico que los vecinos de la parte derecha del pueblo para acceder a la parte alta tengan que hacer un quilómetro más de recorrido y esto afectará al colegio Jaume Fornaris, ante el cierre del tramo de Pere Antoni Servera, Tren y Doctor Esteva. La formación alerta que calles como Miguel Gaia i Orlandis soportarán un aumento enorme de tránsito, con el consiguiente aumento de contaminación acústica y atmosférica y consumo de combustible. Por ello, proponen que la plaza se cierre desde la calle Mayor hasta la altura de la plaza Sant Ignasi y que se permita la circulación en Pere Antoni Servera hasta la calle Creus para poder acceder mejor a la parte alta, donde se encuentra el colegio, al cementerio y a un núcleo considerable de viviendas. También son partidarios de permitir el estacionamiento de 15 minutos en Pere Antoni Servera, para que se pueda acceder a los comercios o descargar la compra en las viviendas afectadas.

A la espera de la entrada definitiva, el regidor de Movilidad aseguró que es un apuesta del equipo de gobierno, (PSOE-Independents), pero que si se demuestra que no va bien, se puede matizar, rectificar e, incluso, si no funciona, volver a como estaba antes. Por lo que pide "paciencia".

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