Cuatro cuerpos colocados unos sobre otros, con impactos de bala y acompañados de objetos propios de la década de 1930. Ante tales evidencias, los técnicos confirman que los restos corresponden a víctimas de la represión franquista. Estos primeros esqueletos enteros que se han descubierto en la fosa de Manacor han aparecido en una sola zanja. Pero se han localizado dos cunetas más donde los arqueólogos, durante este mes, esperan localizar más cuerpos de asesinados por las tropas franquistas durante la Guerra Civil y los primeros meses de la dictadura.

Son Coletes fue creado el 1820 como cementerio de las víctimas de la peste bubónica y a partir del 25 de agosto de 1936 se convirtió en el lugar donde se realizaron cientos de ejecuciones indiscriminadas, que perpetraron los batallones franquistas. "Descubrimos una zanja visiblemente más ancha que las de los entierros de la época de la peste y ahora sabemos que a partir de 1936 se reaprovecharon esos entierros del siglo XIX"; abrieron las tumbas y utilizaron los restos y la tierra de los antiguos sepelios para tapar los cuerpos de las víctimas del franquismo", especificaron los arqueólogos. Junto a los cuatro cuerpos localizados han aparecido restos de cremalleras, botones de hueso y nácar, hebillas de cinturón, un mechero, una navaja y restos de ropa y zapatos, todos correspondientes a la época de la Guerra Civil".

Botones y otros objetos personales encontrados. J. SITGES

Los arqueólogos han podido documentar otras dos zanjas que contienen los cuerpos de más personas ejecutadas y torturadas por tropas franquistas. Las excavaciones continuarán este mes y en septiembre se tendrán que trasladar a Bunyola para seguir las previsiones del plan de fosas. "Lo que es seguro es que se hará todo lo que se pueda hasta finales de agosto y que habrá una segunda fase en Son Coletes", explicó ayer la consellera de Administraciones Públicas, Isabel Castro, que visitó el lugar con la presidenta del Govern, Francina Armengol, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, entre otras muchas autoridades.

Y es que estos hallazgos confirman sin lugar a ninguna duda la existencia de restos de personas asesinadas sistemáticamente durante la Guerra Civil en el cementerio de Son Coletes, en Manacor. Unas víctimas que eran personas de este municipio y de muchos otros pueblos de Mallorca y también milicianos y milicianas que desembarcaron en la costa del Llevant como miembros de las tropas republicanas del capitán Bayo, tal como explicaron durante la visita.