Un ahorro de 25.000 botelles de plástico por establecimiento y temporada. Es lo que se consigue con tan solo cambiar los amenities por dispensadores reutilizables en los hoteles. Se trata de una de las medidas impulsadas por la cadena Garden Hotels con su proyecto de impulso de la economía social y circular financiado a través del impuesto de turisme sostenible (ITS) y que se ha fijado como reto realizar todas las fases del ciclo de economía circular en los hoteles. De hecho, el proyecto ha facilitado a la cadena la puesta en marcha de una planta propia de compostaje como parte del impulso de la gestión sostenible de residuos turísticos.

Y es que el compost que se obtiene a partir de los restos orgánicos y de poda de los hoteles es ecológico y se utiliza en las fincas de los productores locales donde el establecimiento turístico compra los productos.

El conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, ha visitado este miércoles las instalaciones que la cadena hotelera tiene en la finca de sa Teulera y ha destacado el trabajo que Garden Hotels inició hace cuatro años como "un ejemplo de modelo económico que demuestra que el futuro pasa por dejar atrás la cultura de comprar, utilizar y lanzar y apostar por una economía de proximidad, que aproveche los recursos y sea sostenible tanto desde el punto de vista social como medioambiental".

En este sentido, el interventor general de Garden Hotels, Jaume Ordinas, ha destacado que tienen una "gran oportunidad de impulsar un cambio significativo convirtiendo el residuo en recurso. Además, contribuimos en potenciar el producto local y ecológico ya que toda la materia orgánica es apta para la agricultura ecológica".