El antiguo teatro Cas Coix ya es de titularidad municipal. El ayuntamiento de Llucmajor ha hecho efectiva la compraventa del teatro Recreatiu por 881.000 euros. En total, 500.000 euros proceden de la Borsa d'Allotjaments Turístics y otros 109.000 euros son de una ayuda del departamento de Cooperación Local del Consell mientras que los 272.000 euros restantes proceden de las arcas municipales. "Ha sido un proceso largo que finalmente ha visto la luz y que repercute en nuestro patrimonio ya que el antiguo teatro pasa a ser de titularidad municipal", ha explicado el alcalde Éric Jareño. Eso sí, la situación derivada de la pandemia de la Covid-19 obliga a aplazar su reforma.

La teniente de alcalde de Cultura, Xisca Lascolas, ha dejado claro que no abandanarán el proyecto ya que es "un edificio emblemático", "fue el último teatro en funcionamiento del municipio" pero la situación actual obliga a destinar recursos humanos y económicos al departamento de Servicios Sociales. "Primero son las personas. Ahora no es viable hacer una gran reforma. Lo más importante es que el ayuntamiento haya adquirido un inmueble para tener un teatro y un referente cultural y eso se ha hecho realidad", razona Lascolas.

Pese a que la situación marcada por la pandemia obligue a aplazar las obras de reforma, todo apunta a que la rehabilitación del antiguo teatro consistirá en dotar el espacio de despachos para los departamentos de Cultura y Turismo, además de una zona de exposiciones y otra para los Gegants de Llucmajor. A la espera de tener redactado el proyecto de reforma, también se prevé trasladar el archivo municipal y mantener el antiguo teatro para usos escenográficos.

Por otra parte, el alcalde también ha aprovechado para exigir al Gobierno central poder utilizar los 14 millones del remanente de Tesorería que tienen las arcas municipales llucmajoreres. "Intervención había autorizado poder gastar cinco millones pero el Estado no ha dado el visto bueno. Esta medida congela los planes inmediatos que teníamos", dice.