El pasado jueves por la tarde se llevó a cabo una reunión abierta a todos los vecinos del Camí Vell de Lluc a Pollença para debatir sobre el futuro de este camino y exigir al Consell de Mallorca la mejora de esta vía. La asamblea contó con la presencia del alcalde Tomeu Cifre y miembros de diversos partidos con representación municipal.

Los residentes expresaron su malestar con la situación que presenta este camino, cuya calzada está en malas condiciones, y no descartaron presentar una denuncia contra el Consell si no ofrece una solución en los próximos meses.

El alcalde Cifre explicó ayer a este diario que el tramo afectado es el ubicado entre el Pi de Son Grua y la finca de Ca l'Herevet, que está "totalmente abandonado" por el Consell, institución que asumió la competencia hace más de una década. "En 2004, el Consell quiso quedarse con toda la carretera vieja para hacerla accesible a las personas con movilidad reducida, pero no hizo nada de lo que dijo y hoy es inaccesible para todo el mundo", explicó.

A su entender, la institución realiza una "aplicación perversa" de la ley de Caminos, ya que considera que el tramo afectado "es un camino y no una carretera y por ello no puede asfaltarse". El Ayuntamiento "apoyará" a los 200 vecinos afectados y pedirá que la carretera "vuelva a su estado inicial". En caso contrario, volverá a reclamar el control sobre ella.