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Entrevista

Óscar Roses Lambourne: "Es un buen momento para que los mallorquines conozcan las bodegas de Mallorca"

"Nadie de la bodega se ocupaba de las redes, es algo normal en una empresa tradicional"

Óscar Roses (Palma, 1993), responsable de comunicación y relaciones públicas de José L. Ferrer.

P ¿Por qué en la Península no se consumen los vinos de la isla?

R En general, no hemos sabido vendernos bien. Se vende más vino mallorquín en Zúrich (Suiza) que en Madrid. Mi bisabuelo, quien creó la bodega, fue el primero en embotellar vino en Mallorca y de los pioneros en exportarlo. De hecho, en los años 40 del siglo pasado empezó a venderlo a Suiza y, a día de hoy, continuamos con su iniciativa con éxito.

P ¿Qué le ha enseñado Pep Sans?

R Me ha visto crecer de pequeño y es parte de la familia. Para mí es un ejemplo de educación y saber estar, que ha sabido trasmitir nuestros valores basados en la tradición vinícola y a cuidar a los clientes mallorquines, ya que gracias a ellos, podemos continuar con nuestra labor.

P ¿Cuándo empezó a implicarse en la bodega?

R En el año 2014, cuando todavía estudiaba la carrera. Nadie de la bodega se ocupaba de las redes sociales. Es algo normal en una empresa familiar y tradicional, ya que no dan se da importancia a algo nuevo porque están metidos de lleno en el día a día. Por ello, les hice ver que es una manera de hacer llegar nuestro producto a nuevos consumidores, incluso, una manera más efectiva que la publicidad directa.

P ¿Se ha sentido obligado a dedicarse al vino?

R Para nada. Nunca hemos tenido presión familiar en este sentido, pero sí que es cierto que desde pequeños hemos crecido y vivido en este entorno. Somos una gran empresa familiar, no solo por nuestra parte, sino por toda la gente que está con nosotros. Hay personas que empezaron a trabajar con mi bisabuelo, que continuaron con la tarea sus hijos y ahora lo hacen sus nietos.

P ¿En qué les ha hecho cambiar esta crisis sanitaria?

R Ante el descenso de ventas provocado por esta situación, con tantos restaurantes y hoteles obligados a cerrar por cuestiones obvias, apostamos por el servicio a domicilio. Antes de la crisis de la Covid-19, lo realizábamos de forma esporádica, pero con la crisis lo hemos reforzado. Pese a la situación, hemos continuado cuidando el campo, sin parar.

P ¿Qué opina de las medidas aprobadas por el Govern

R Duele tener que tirar uva en verde, pero estamos en un momento excepcional y una situación difícil. Con la economía parada, ninguna medida es suficiente. Esperamos que poco a poco salgamos de ésta.

P Pese al confinamiento, la gente ha continuado bebiendo vino.

R Sí, pero creo que ha optado por vino más económico. Por suerte, nosotros tenemos varias gamas, desde la premium hasta unos vinos más populares. El problema es que la gente de Mallorca no le ha dado tanta importancia a los vinos de aquí, algo que sí pasa en Córcega o Cerdeña, donde el 90% de los vinos de los supermercados y de las cartas de los restaurantes son locales. Y no es verdad que sean caros porque nosotros mismos tenemos vinos buenos, con tradición y dentro de la denominación de origen Binissalem, a cuatro-cinco euros la botella como Nàutic o Añada.

P Han vuelto a reiniciar las visitar a la bodega.

R Así es. Pensamos que ahora es un buen momento para que los mallorquines visiten y conozcan las bodegas de la isla de cerca, especialmente la nuestra, que la próxima vendimia cumplirá 90 años. Es curioso porque pese a los avances tecnológicos, la vendimia no ha cambiado tanto.

P ¿Cuál es el principal reto actual?

R Dar un fuerte empujón al marketing y a la venta directa online, algo en lo que estoy trabajando. Tenemos que aprovechar las facilidades que implica comprar desde casa, sin tener que levantar peso y sin molestias.

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