El cementerio de Son Coletes, en Manacor, es uno de los lugares grabados a fuego en la memoria de las víctimas de la represión franquista, como lo demuestra el concurrido acto de homenaje que se celebra cada 14 de abril, en que se reclama siempre la exhumación de la fosa común, como en tantos otros camposantos de la isla.

Ayer, esa reivindicación se materializó con el inicio de las tareas de exhumación en el antiguo cementerio, una actuación que se enmarca en el segundo Plan de Fosas del Govern. La empresa ATICS se encargará de los trabajos, que está previsto que duren hasta el próximo 9 de agosto.

La máquina excavadora cedida por el ayuntamiento de Manacor empezó a trabajar a primera hora de la mañana en la zona de la jardinera central del actual cementerio. Según informó el Govern, en este lugar se espera enconctrar los restos de una antigua cruz que había en Son Coletes, que serviría como hito para localizar los entierros realizados en 1936, fecha de inicio de la Guerra Civil.

Un equipo formado por tres arqueólogos y una antropóloga se encarga de coordinar las tareas de exhumación que se centran en tres zonas concretas del cementerio donde se cree que yacen las víctimas de la represión franquista. "Partimos de muchas incertidumbre y con mucha prudencia, pero también con la esperanza de localizar algunas de las centenares de víctimas que fueron enterradas en Son Coletes", manifestó el secretario autonómico de Memoria Democrática, Jesús Jurado, quien indicó que las últimas investigaciones "han abierto nuevas vías".

Fotografía aérea

Uno de los documentos clave para determinar la posible localización de la fosa ha sido una fotografía aérea realizada por la aviación de Estados Unidos en la década de los 40. Este material permitió determinar que, después de los asesinatos de 1936, el antiguo cementerio de Son Coletes presentaba una planta de 3.600 metros cuadrados.