El ayuntamiento de Llucmajor ha iniciado una "cruzada" contra el incivismo de "determinados usuarios que vierten de forma descontrolada residuos en la entrada de las áreas de aportación", con sanciones que pueden llegar a los 3.000 euros, según informó ayer la institución municipal.

Según advierte la regidora de Mantenimiento Urbano, Pilar Bonet, "todas las áreas de aportación están dotadas con cámaras de seguridad que graban durante las 24 horas del día a las personas y vehículos que acceden tanto al interior como al exterior, por lo que las matrículas quedan grabadas".