El confinamiento obligado debido a la pandemia del coronavirus ha tenido efectos positivos sobre determinadas especies amenazadas de las islas. Es el caso de la gaviota roja (Ichthyaetus audouinii), un ave catalogada como vulnerable a nivel estatal y objeto de un plan de conservación en Balears, que ha encontrado en el Illot de na Guardis, ubicado en el ámbito de la Colònia de Sant Jordi, en el municipio de Ses Salines, un refugio ideal para su reproducción después de varios años de fracasos.

Según el grupo ecologista GOB, el hecho de que durante la pasada primavera apenas se acercaran personas al islote debido al confinamiento obligatorio ha facilitado la tranquilidad necesaria para el establecimiento de una "gran colonia" de gaviota roja que está integrada por unas 180 parejas. L'Illot de na Guardis está ubicado a poca distancia de la costa y de la playa des Dolç, por lo que "el nivel de frecuentación humana es muy elevado", según destaca el GOB. Este año no ha habido visitas y las gaviotas lo han agradecido.

Se calcula que la población reproductora de gaviotas rojas en Balears es de unas 800 parejas, la mayoría establecidas en Eivissa y Formentera.

El GOB explica que, una vez detectada la colonización del islote por parte de esta especie amenazada, se puso en marcha de forma urgente un dispositivo que ha contado con la participación del parque nacional de Cabrera (que ha cedido material y las instalaciones), el Ibanat, el servicio de protección de especies de la conselleria de Medio Ambiente y el GOB, que a lo largo de cinco semanas ha realizado tareas de vigilancia integrado por voluntarios del grupo ecologista para evitar molestias durante la cría de las aves, informando a los navegantes que desembarcaban en el islote. Para ello, han contado con dos piraguas aportadas por el parque nacional mediante las que se han desplazado al islote cuando la intervención era necesaria.

Durante los 27 días que duró el dispositivo de vigilancia, los 48 voluntarios participantes han cumplido 370 horas de trabajo, según explica el GOB. El efectivo tuvo que intervenir en 91 ocasiones, informando a 195 personas que "en general han tenido una respuesta muy receptiva, optando por abandonar el islote inmediatamente". Ahora, las crías de gaviota roja, se disponen a abandonar la colonia y a dispersarse. Algunas de ellas llegarán hasta las costas del norte de África.

A pesar del éxito de este año, el GOB advierte que na Guardis "sufre un nivel de frecuentación muy elevado, incompatible con las necesidades de una colonia reproductora de gaviotas rojas", por lo que insta a regular el acceso.