La asociación cultural Al Rum, dedicada a la preservación y difusión del patrimonio de Alaró, ha remitido una carta a las presidencias del Govern y el Consell, a la delegación del gobierno y a los diferentes portavoces del ayuntamiento de Alaró en la que culpa a las citadas administraciones del avanzado estado de deterioro que presenta el castillo de Alaró y expresa su "decepción" por la "renuncia" por parte del Govern y el Consell a la adquisición con el dinero del impuesto turístico de la finca que alberga la fortaleza.

La misiva, firmada por el presidente de la entidad cultural, Gabriel Campins, destaca que la compra de bienes inmuebles de interés por parte de las administraciones públicas "es la mejor manera de preservar el patrimonio artístico e histórico" y de acercarlo a los ciudadanos "de manera adecuada". Al Rum recuerda que en el siglo XIX el pueblo de Alaró "ya compró en dos ocasiones la finca y en ambas fue requisada por el Estado y vendida a particulares", lo que califica de "clara injusticia".

"Incompetencia"

Al Rum denuncia la "incompetencia" de los gobiernos central, autonómico e insular, que "han sido incapaces de finalizar en cuatro años la adquisición de la penya del castillo", ya sea por los "obstáculos" de los políticos o por su "incapacidad o dejadez para aportar soluciones".

A su entender, la compra de la finca "no es un capricho". "El deterioro de la histórica fortificación es más que evidente", añade la carta, que cita algunos de los puntos del castillo que presentan un estado más preocupante, como el sector de la entrada, la torre 3, el portal de la torre 2 y toda la muralla occidental, que "amenazan la integridad del conjunto". Además, señala que el sistema hidráulico de la Mola, de origen islámico, tiene un aljibe apuntalado desde hace más de una década.

Por otra parte, la torre de la cueva de Sant Antoni, a pesar de que se trata de "uno de los escasos testimonios de torres islámicas conservadas en Mallorca". "Nadie pone freno al deterioro de un lugar en el que se vivieron episodios tan importantes de la historia de la isla", lamenta el presidente de la entidad cultural.

Al Rum responsabiliza directamente a las citadas administraciones de la "grave decadencia" de las murallas del castillo roquer. Así, recuerda que el Ministerio de Hacienda es propietario de la parte monumental "sin que se haya preocupado de ejercer sus obligaciones", mientras que "otras administraciones son responsables porque deben hacer cumplir la ley en cuestiones de patrimonio", tal y como plasman la Constitución y la ley de patrimonio histórico de Balears, que obligan a los poderes públicos a poner todos los medios a su alcance para conservar, consolidar y mejorar los elementos patrimoniales tanto públicos como privados.

Por todo ello, la asociación con sede en Alaró considera "evidente" que tanto el Estado, como propietario de las murallas, como el Govern y el Consell, por su obligación de vigilancia, "son responsables del deterioro de este Bien de Interés Cultural declarado en el año 1931" y también "serán responsables de la degradación futura de las construcciones".

La frustrada compra de la penya "impide la preservación del patrimonio histórico y obstaculiza una gestión eficiente en un espacio de gran valor paisajístico", además de "evitar la participación del tejido social alaroner y mallorquín en la promoción de los valores del castillo", concluye la carta.