Colonya Caixa Pollença ha recibido casi cincuenta propuestas arquitectónicas que optan a la reforma de la antigua fábrica de tapices de Can Morató, donde la caja de ahorros pollencina quiere ubicar en un futuro próximo la sede central de la entidad y de la Fundació Guillem Cifre de Colonya después de haber alcanzado el pasado mes de enero un acuerdo con la propiedad del antiguo equipamiento industrial para la adquisición del complejo, hoy abandonado y en un avanzado estado de ruina.
El pasado lunes finalizaba el plazo concedido por la entidad financiera para la presentación de ofertas, después de haber sido prorrogado por la declaración del estado de alarma. El director general de Colonya Caixa Pollença, Gabriel Bauzá, expresó ayer su satisfacción por la "elevada concurrencia" que ha tenido el concurso de ideas para la reforma de la fábrica, lo que ha supuesto una "grata sorpresa" por parte de la entidad.
El jurado deberá ahora seleccionar a los que considere más capacitados para pasar a la siguiente fase del concurso de ideas, en la que los preseleccionados deberán presentar un anteproyecto de reforma. En principio, los despachos de arquitectos que pasarán a esta fase no superarán la decena. De esta última criba saldrá el proyecto ganador.
Licencia
A pesar de que el proceso previo a la reforma del complejo sigue su curso, Colonya Caixa Pollença está pendiente de que el Ayuntamiento culmine la modificación urbanística necesaria para después otorgar la licencia de obras y que el resto de administraciones implicadas emitan sus correspondientes informes. El director general de la caja de ahorros recuerda que el acuerdo para la adquisición de Can Morató está condicionado a la consecución de la licencia para acometer la reforma del edificio industrial y que, en principio, el plazo para culminar la compra acaba en enero de 2021. "No queremos esperar varios años", apunta Bauzá.
El pasado lunes, una comitiva del Consell de Mallorca encabezada por la directora general de Patrimonio, Kika Coll, visitó las instalaciones abandonadas en compañía del alcalde Tomeu Cifre y técnicos del Ayuntamiento, además de los representantes de Caixa Colonya.
La fábrica de Can Morató es un bien de alto valor patrimonial, un edificio singular especialmente protegido, ecléctico, derivado del modernismo, que fue declarado Bien Catalogado por el Consell de Mallorca en el año 2002 y que forma parte del paisaje y del patrimonio histórico de las islas, testimonio del desarrollo industrial de Mallorca antes de la eclosión del turismo. La fábrica estuvo operativa entre 1922 y 1967, cuando cerró de forma definitiva.
El complejo también tiene un elevado valor sentimental para muchos ' pollencins' que trabajaron en la fábrica mientras estuvo activa.
Informes sobre el edificio
El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, instó ayer tanto al Govern como al Consell a acelerar los trámites que tienen pendientes para que el Ayuntamiento pueda aprobar de forma definitiva la modificación urbanística iniciada el pasado mes de enero y que es necesaria para que el planeamiento municipal permita la reforma de la fábrica de Can Morató y la posterior habilitación en las instalaciones de las oficinas centrales de Caixa Colonya.
En este sentido, explica que falta el informe del departamento de Patrimonio Histórico del Consell y también el dictamen de la dirección general de Recursos Hídricos del Govern. Por otra parte, el Ayuntamiento también está pendiente de recibir el acuerdo de la comisión de Medio Ambiente del Govern relativo a la documentación ambiental que está aprobada de forma inicial.
La institución municipal no puede aprobar de forma definitiva la citada modificación urbanística hasta que no tenga estos informes en su poder. El alcalde Cifre lamenta el retraso en la emisión de estos documentos. "Nosotros ya hemos cumplido con la modificación puntual del planeamiento urbanístico", apuntó. "Todo parecía más fácil, pero ahora todo son problemas", añadió en relación al resto de administraciones implicadas.
