En el apartado de ruegos y preguntas del pleno celebrado el pasado lunes en el ayuntamiento de Marratxí, el alcalde Miquel Cabot, en un hecho poco habitual, efectuó una pregunta directa a la representante de Vox, María Dolores Nchaso Sota, en las filas de la oposición, para que aclarara si había utilizado los servicios de un vehículo oficial del Consistorio, conducido por un trabajador municipal, para realizar gestiones relacionadas con su partido, un hecho que la propia regidora admitió como verídico.

La concejala intentó justificar la actuación, aunque el alcalde Cabot le reclamó que únicamente contestara sí o no. La respuesta de Nchaso fue afirmativa, aduciendo que era la hora de la merienda del trabajador. El regidor socialista recordó a la representante de Vox que ningún trabajador puede utilizar un vehículo oficial para cosas particulares a pesar de que sea la hora de la merienda del conductor.

Anteriormente, la misma concejala se las tuvo con el primer teniente de alcalde, Joan Francesc Canyelles, de Més, a quien le pidió "responsabilidad" en la contratación del cargo de confianza Miquel Miralles, regidor del consistorio de Montuïri. Canyelles replicó que seguramente ella, "por despiste o por no prestar atención", no se había enterado de las explicaciones que ya había ofrecido al respecto. La respuesta de la portavoz de Vox fue que no le había entendido y que debería haber traducido su respuesta al castellano, que era la lengua oficial de España, obviando la Constitución Española que, en su artículo 3, dice que las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas comunidades autónomas.

Durante el transcurso del pleno se debatieron dos mociones de importancia que afectan a los marratxiners.

Moción sobre el IBI

La primera fue presentada por el PP para rebajar el coeficiente del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del 0,44% al 0,40%. En este sentido, el alcalde manifestó su sorpresa y recordó que en plena crisis del año 2010 fue el PP el partido que, a solicitud del entonces alcalde José Ramón Bauzá, reclamó una revisión del catastro, que significó un incremento del 100% en el valor de las fincas y no quiso rebajar el coeficiente aduciendo que era necesario este incremento para poder mantener los servicios municipales.

Tras el debate entre la portavoz del PP Magdalena García, que formaba parte del equipo de gobierno en el año 2010, y el alcalde, el grupo municipal de Cs decidió cambiar el sentido de su voto. Según explicaron, en un principio este partido iba a apoyar la moción del PP, aunque al final, pidiendo disculpas a la portavoz popular, se abstuvo, por lo que la moción no fue aprobada.