Falta de confianza. El alcalde de Llucmajor, Éric Jareño, destituyó este miércoles a los dos regidores de Llibertat Llucmajor, su teniente de alcalde reprobado en el pleno hace una semana, Alexandro Gaffar, y el concejal de Movilidad y Transportes, Eloy Crusat. El primer edil confesó que ha tomado esta decisión para "preservar la estabilidad del gobierno municipal" ya que ha perdido la confianza con los dos concejales de Llibertat Llucmajor, sobre todo, por sus actuaciones de los últimos meses y las tensiones que han provocado entre el resto de partidos del consistorio. Y es que Jareño tiene claro que "lo más importante es preservar la estabilidad del gobierno municipal, sobre todo, en una época en la que la unidad de acción debe ser máxima para reactivar Llucmajor con la crisis provocada por la pandemia del Covid-19".

Las tensiones entre el equipo de gobierno vienen de lejos. En este primer año de legislatura, el alcalde ha intentado calmar las aguas pero con la reprobación de Alexandro Gaffar el miércoles pasado, eran muchas las voces que exigían la destitución, una destitución que se ha formalizado este miércoles tras la Junta de Gobierno. "Buscamos una estabilidad y sacar las cosas adelante. Sabemos cómo han sido estos meses y Llucmajor se merece un gobierno que mire por los intereses de todos sus ciudadanos y, sobre todo, en los momentos actuales", defendió el primer edil. "Nuestra principal preocupación son los ciudadanos y las empresas del municipio. Debemos trabajar unidos y así lo he trasladado a los miembros del equipo de gobierno", puntualizó Jareño que ha recordado que todas las fuerzas políticas se sumaron al pacto de revitalización de Llucmajor y espera que se "materialicen" los acuerdos para mejorar el municipio.

Tras la destitución de sus dos socios del pacto, el alcalde dejará unas semanas de margen para ver si es viable asumir un gobierno en minoría. La mayoría absoluta suma once. Los concejales cesados han gestionado los departamentos de Economía, Función Pública, Atención Ciudadana en Urbanizaciones, Comunicación, Transparencia, Participación Ciudadana, Transportes y Movilidad, unas áreas que ahora asumirá el primer edil a la espera de mantener una reunión entre los partidos del equipo de gobierno para consensuar este tema.

Tras la destitución de los dos regidores de Llibertat Llucmajor, el equipo de gobierno queda formado por los cinco regidores del PP, los dos de Ciudadanos y el regidor de ASI. El pacto contaba con el apoyo externo de VOX, una formación que ya no cuenta con representación municipal porque al concejal expulsado Raul Domínguez (ahora en el Grupo Mixto), se le sumó el miércoles pasado José Pastor que dimitió pero continuó como regidor no adscrito. Cuestionado por la viabilidad de que estos dos regidores entren a formar parte del equipo de gobierno, el alcalde ha asegurado que hablará con todos los partidos. "Públicamente los socialistas me han dicho que cuento con su apoyo en momentos puntuales". De momento, aseguró, siguen los mismos regidores. "Lo que buscamos es una estabilidad", reiteró.

Cabe recordar que en el pleno de la semana pasada, la propuesta socialista de reprobar al hasta hoy teniente de alcalde, Alexandro Gaffar, por la retirada de los pilones en la zona de balneario de la urbanización Puig de Ros salió adelante con los votos a favor tanto de la oposición como de miembros del equipo de gobierno, además de la abstención del PP de Éric Jareño y de Ciudadanos, socios del concejal reprobado y ahora destituido junto a ASI, que votó a favor, igual que PSOE, MÉS-APIB, el Pi, Podemos, Vox y Grupo Mixto.

Gaffar aseguró que han aceptado la destitución pese a no estar conformes. "Había demasiados conflictos entre socios", ha admitido el regidor del partido vecinal que ha asegurado que si siguen adelante con el acuerdo de gobernabilidad, contarán con el apoyo de Llibertat Llucmajor. "Me sabe mal dejar proyectos sin terminar pero el balance de este primer año es positivo porque hemos cumplido un 20% del pacto de gobierno. Ahora nos tocará el papel de hacer una oposición constructiva", determinó Gaffar.

Por su parte, el socialista Gori Estarellas descarta una moción de censura. Su apuesta es una "oposición leal". "El escenario es muy complicado", admite, pero "el alcalde deberá aprender a gobernar en minoría y a cerrar acuerdos mirando por el beneficio del pueblo".

El diálogo será clave porque el escenario "es muy complicado". Los números son los que son. "Si entran los exregidores de Vox sumarán diez y la mayoría son once. Veremos los movimientos", auguró el socialista, que aseguró que la destitución de los dos regidores de Llibertat Llucmajor "era de esperar", aunque señaló que los próximos tres años de legislatura "serán difíciles".