El ecosoberanista Joan Manera tomó ayer posesión como nuevo alcalde de Andratx gracias al pacto firmado en su día con el PSOE y El Pi, y con el mayor apoyo desde la democracia. Así, Manera asumirá la alcaldía durante un año para después ceder el testigo al socialista Antoni Mir hasta final de legislatura.

En un contexto incierto, Manera afirmó durante su primer discurso como alcalde andritxol que lo prioritario durante su mandato es dar respuestas efectivas a la crisis de la Covid-19. Añadió que trabajará con la idea de que la sanidad y la educación son los pilares fundamentales de la democracia, así como seguir pidiendo al Gobierno central que deje hacer uso a los ayuntamientos del dinero de superávit.

Y enumeró sus líneas rojas: aprobar definitivamente NNSS; un polideportivo nuevo en Es Vinyet; ampliar la escuela de s'Arracó; reclamar la construcción de una residencia; fomentar la cultura y la lengua; y reclamar la construcción de una polígono de servicios que sea un espacio donde las empresas puedan desarrollar su actividad de manera digna. "Mis ideales, la vocación de servicio y pensar en que un mundo mejor es posible", concluyó Manera.

La sesión plenaria de ayer fue convocada de manera extraordinaria y urgente. De hecho, la corporación tuvo que votar la urgencia tres días después de que celebraran otro pleno ordinario en Son Mas donde dimitió la ya exalcaldesa del municipio Katia Rouach (El Pi).

La toma de posesión de Manera estuvo marcada por un protocolo de seguridad debido a la pandemia del coronavirus. En la entrada al salón de actos del Castell de Son Mas, sede de la Casa Consistorial, había un control policial donde tomaban las temperaturas a todos los asistentes, dotado con dispensador de gel desinfectante y también repartían mascarillas de protección facial, hasta el propio candidato a la alcaldía se vio obligado a pasar por los controles de seguridad.

En cuanto a las votaciones, el candidato de Més per Andratx, Joan Manera, obtuvo un apoyo que superaba al de su compañera de gobierno y exalcaldesa, Katia Rouarch, debido a que la regidora de Unides Podem, Aina Maria Porcel, voto a favor de la investidura y, con los votos de PSOE, El Pi y Més per Andratx, Manera contó con once sufragios a favor de un total de 17. De este modo, el ecosoberanista se convirtió en el primer edil que contó con más votos a favor de la democracia para dirigir la corporación municipal.

Asimismo, el Partido Popular, formación más votada en las pasadas elecciones y que ejerce de oposición, votó a su candidata Estefania Gonzalvo. Los mismo hizo el único regidor de Ciudadanos, Gaspar Palmer, que justificó su voto considerando que la lista más votada tendría que gobernar la Casa Consistorial.

Gonzalvo, muy crítica con el pacto

La portavoz del PP, Estefania Gonzalvo, se mostró muy crítica afirmando que se trata de "una segunda etapa en esta legislatura dirigida por un gobierno que está decepcionando a todos". Tildó incluso de "debacle" la gestión de Manera al frente de la regidora de Hacienda. La parte más dura del discurso de la popular tocó techo cuando aseguró que "Manera es alcalde con el peor resultado electoral de su partido en los últimos años" y "ha elegido primer edil de Andratx gracias a una pacto en el cual han influido los vínculos familiares para conseguir el reparto de alcaldía".

Gonzalvo consideró que el pacto de gobierno ha demostrado "mala gestión e improvisación a diario". "Atrás quedan formas despóticas, actitudes arbitrarias, arrogancias y en muchas ocasiones han rozando el insulto, situación que lejos de abatirnos nos han hecho fuertes".

Joan Manera profesor jubilado llegó a Andratx en 1977. Hijo de un mecánico y camionero y de una pagesa, está casado con Magdalena Ferrer y es padre y abuelo. Se presentó por primera vez en política en el año 2003 de número dos del PSM. Entre 2007 y 2011 fue regidor de Educación de Andratx, y los siguientes años hasta esta legislatura ha estado al frente de la oposición.