Terraferida ha alertado este jueves de un nuevo "boom" de canteras dentro espacios de alto valor natural y paisajístico de Mallorca, mediante nuevas concesiones solicitadas con la excusa de acometer "planes de restauración", que en realidad permiten "seguir explotando las montañas durante décadas".

La entidad conservacionista ha criticado la "actitud permisiva" de la Dirección General de Industria que "se limita a aprobar todo lo que llega" y a hacerlo "sin ningún criterio de racionalidad ambiental ni paisajística", aunque las empresas estén pidiendo ampliaciones de superficie y de plazos.

Entre las canteras que más preocupan a Terraferida por su impacto figura Can Negret, en Alaró. Después de 2 años inactiva, la multinacional Cemex tramita un nuevo período de explotación para 82 años más.

Terraferida denuncia que no sea suficiente que el entorno de esta cantera sea Área Natural de Especial Interés (ANEI), Lugar de Interés Geológico, y esté declarado Patrimonio de la UNESCO, y tenga cerca una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Recuerda que la Plataforma Reviurre Tofla fue creada para frenar esta explotación.

Menciona también Son Ferragut, en Sa Pobla inactiva desde 1989 por falta de licencia municipal y que ahora Cemex quiere volver a explotar mediante un plan de restauración que permitiría explotar 500 m³ los 8 años próximos.

Cemex prevé procesar 15.000 m³ de áridos diarios en su planta de Lloseta, recuerda Terraferida, que advierte de que aunque el proyecto no especifica de qué canteras procederá el material, el interés en Can Negret y Son Ferragut evidencia el vínculo entre los proyectos.

La cantera de Establiments, en Palma podría reabrir 15 años después de cerrar, con permiso para explotar la 30 años más, también por medio de un plan de restauración. Los vecinos de la zona se han movilizado y alertan de que la cantera podría acoger escorias de la incineradora, según la entidad.

Sobre este proyecto al que Terraferida presentó alegaciones por impacto ambiental, paisajístico y aumento del tráfico pesado, Govern y Ayuntamiento de Palma decidirán si se puede volver a explotar esta zona protegida de la Tramuntana, que antes de su clausura en 2004 había afectado a 35 hectáreas de montaña.

Serra de sa Mesquida, en Porreres, ha reducido su actividad en los últimos años pero un plan de restauración permitirá seguir horadando "ahora hacia la cara norte, que estaba intacta", extraer 90.000 toneladas anuales durante 60 años y consumir 33,7 hectáreas de montañas protegidas como ANEI.

Terraferida denuncia también el crecimiento de Can Sentes, en Felanitx, dentro de ANEI y reactivada coincidiendo con las obras de la autopista Llucmajor-Campos, aunque "acumula decenas de denuncias de vecinos, del GOB y del ayuntamiento, por todo tipo de irregularidades".

En Son Tey (Sineuel proyecto de restauración contempla alargar su actividad hasta 2053, extraer 50.000 toneladas anuales y una planta asfáltica. La cantera de Carrossa II (Artà activa desde 1983, podría extraer 155.000 m³/año los 30 próximos años.

Terraferida insta al Govern a tomar medidas para frenar el crecimiento urbanístico y turístico "exagerado en Mallorca", redirigir la construcción hacia la rehabilitación, primar la reutilización de los materiales ya extraídos y preservar el suelo rústico.

Según la entidad, las 400.000 toneladas que se generan al año en la isla deberían servir para restaurar estos lugares.

Terraferida denuncia además que el hecho de que las administraciones "utilicen áridos, asfalto y cemento provenientes de canteras ilegales o con decenas de irregularidades ya indica la falta de interés en poner orden a una parte del sector que, a pesar de las legalizaciones masivas y a la carta que les han hecho los diferentes gobiernos, sigue demasiado menudo al margen de la ley".