Luchar contra quien hace mal uso del servicio de recogida de restos de poda o del Parc Verd. Con este objetivo, el ayuntamiento de Llucmajor sancionará con multas de entre 60 y 3.000 euros a los infractores que lo depositen en los contenedores, asimismo, también perseguirá las actividades de jardinería ilegales.

En una reunión mantenida con los profesionales de jardinería, el consistorio ha presentado las nuevas normas para la recogida de los restos de poda tanto en las tres deixalleries municipales como en el sistema puerta a puerta. Y es que "es necesario poner orden a este servicio y que tanto los residentes como los profesionales lo utilicen de forma correcta". Asimismo se ha aprovechado el encuentro para acordar medidas para luchar contra la contratación de empresas que trabajan de forma irregular que abusan del servicio municipal de recogida de poda.

De esta manera, se han adoptado medidas que pretenden racionalizar el servicio. Así la recogida de sacos de poda con capacidad de un metro cúbico será quincenal y en las deixalleries se podrán dejar tres bolsas de 120 litros por semana.

La regidora de Mantenimiento Urbano, Pilar Bonet, ha explicado que los profesionales expresaron sus quejas por la fuerte competencia desleal ya que las empresas de jardinería ven incrementados sus gastos al seguir las normas mientras que los trabajadores que lo hacen ilegalmente no tienen los gastos para depositar los restos de poda. "Queremos luchar contra estas prácticas que crean agravios comparativos y favorecen la economía sumergida", ha defendido Bonet.

Por su parte, el segundo teniente de alcalde, Alexandro Gaffar, ha detallado que estas prácticas son muy comunes en las 16 urbanizaciones del municipio, donde es muy habitual que se dejen los restos de poda en contenedores e, incluso, en el campo. Por ello, el responsable de Atención a la Ciudadanía en las Urbanizaciones ha adelantado que se ha iniciado una campaña de detección de irregularidades y vertidos incontrolados con multas que pueden llegar a los 3.000 euros.